sábado, 29 de diciembre de 2012

Nuevo iMac, 2012

Hace un tiempo ya realicé una comparativa entre la diferencia entre instalar equipos Apple en la imprenta y equipos con Windows. Esto es extensible al mundo del diseño. Básicamente, por aquel entonces recordaba que actualmente los dos son PC, algo que no ha cambiado,  y lo único que los diferencia es el sistema operativo y/o ese aura exclusiva que rodea los productos de Apple.


Bien. Hace poco ha salido a la venta el nuevo modelo de iMac, extraplano, y no me resisto a realizar un nuevo comentario sobre el aspecto funcional de estos aparatos. Que vaya por delante que soy usuario de Apple, con un iMac de mediados de 2010, y muy satisfecho con su adquisición.

Una de las mejoras que más aprecio, porque lo he podido comprobar in situ con un modelo, es la gran calidad de la pantalla y una reducción apreciable de los reflejos. Esto es un gran avance. Me parece decepcionante que no hayan buscado la forma de implementar la pantalla retina en los nuevos modelos de iMac, pero no obstante, la calidad de imagen y la profundidad del color es impresionante. Por lo menos en el modelo de 21´5 pulgadas, que es el que he visto. Los ingenieros de la manzana han conseguido reducir el grosor del equipo en los bordes, aún a costa de generar una especie de "chepa" en el centro. La verdad es que no entiendo la obsesión de reducir las dimensiones de un equipo de sobremesa, más allá de demostrar  que su ingenio está dos pasos por delante. Hay se acaban los beneficios.

No recomiendo comprar un iMac para el diseño/maquetación en la imprenta.

Han cometido, a mí entender, varios errores importantes. Uno es la brutal subida de precios en toda la gama de iMac, sin estar del todo justificado por la mejora del hardware que incluye. La gama más baja eleva unos 250 € los precios desde el modelo anterior.

Uno de los avances es la inclusión de los discos SSD, que suponen una gran mejora de rendimiento. Lo pude comprobar al reemplazar un disco duro mecánico por uno de estos en mi portátil, que tiene cuatro años y ahora es más rápido que nunca. Lo que quiero decir es que los SSD  son ya viejos conocidos. Apple da una vuelta de tuerca y combina un SSD con un disco duro convencional, dejando al SO la gestión de ambos. El usuario solo "ve" un disco duro de sistema. No obstante, inexplicablemente, esta mejora no está disponible para la gama más "básica" del iMac, que cuesta la friolera de  1379 €. No solo eso, sino que además de vetarle esta mejora, empeora las características del disco duro desde la gama anterior, de 7200 rpm, e instala discos duros propios de portátiles de 5400 rpm (Adobe recomienda discos duros de 7200 rpm para sus programas)  Con lo cual, medito, mi iMac de 2010 tiene un disco duro más rápido que el nuevo modelo de 2012 sin Fusión Drive. Para incluir esta opción, muy recomendable, la verdad, habría que escoger el modelo inmediatamente superior e incluirle la mejora, con lo cual el precio se dispara a 1829 €. Lo cual es un despropósito para un PC  equipado con un i5 de cuatro núcleos y con una pantalla de 21,5 pulgadas. La opción de equipar un disco duro de 7200 rpm solo está disponible para la gama de 27 pulgadas. Fusión Drive en este modelo nos dejaría un precio de 2149 €.

Otro de los errores de este nuevo modelo es la de impedir la ampliación de la memoria RAM por parte del usuario con posterioridad a su adquisición. Simplemente, ahora es prácticamente imposible sumar más módulos de memoria sin desguazar el equipo. Es cierto que ahora te lo entregan con 8Gb de RAM, pero los iMac siempre han agradecido bastante la ampliación de memoria. Hay algunas tiendas online especializadas en Apple con precios de memoria muy atractivos. Yo mismo amplié mi equipo a 16 gb por 50 €, retirando una pequeña tapa con dos pequeños tornillos situada bajo el monitor. Cinco minutos. La posibilidad de ampliar la memoria por parte del usuario sin pasar por la caja registradora de Apple solo está disponible en los modelos de 27 pulgadas, con acceso directo trasero. Equipar 8 Gb más de RAM en un modelo de 21,5 pulgadas en el momento de la compra, lo cual sería muy recomendable para un futuro, te va a costar 200 €, con lo cual el precio del modelo básico se te queda en 1579 €.

Incluye algunas mejoras menores, como el USB 3.0, nuevas tarjetas gráficas, modestas en su gama baja y más potentes en los niveles superiores. Una ranura SD trasera bastante incómoda. Nos olvidamos de disponer de salida HDMI...(vuelta a pasar por caja para un adaptador Mini Display Port a HDMI de 34,95 €) Un detalle importante es que prescinde de la unidad óptica. Es probable que ellos hayan augurado un mundo ideal sin CD/DVD/BLU-RAY, pero en la imprenta siguen bastante vivos para transportar trabajos, ya que las memorias USB suelen "perderse" al pasar por muchas manos; lo cierto es que siempre te dejas caer por el "chino" para tener una tarrina de discos vírgenes a mano, y que no falten. En este caso, parece que los señores de Apple nos "obligan" a comprar una unidad SuperDrive externa, 81 € en la tienda oficial.

Conclusiones. Es un equipo con un diseño excelente. Buen rendimiento gracias aun hardware perfectamente combinado.  Estéticamente inmejorable, con una buena calidad de pantalla, con un buen sistema operativo, pero con unas opciones de ampliación prácticamente nulas si nos decidimos por los escalones de entrada y un precio excesivo para lo que ofrece. Apple ya inauguró esta nueva política con la modificación del conector estándar SATA de los iMac de 2011 por uno propietario de 7 pines que impedía cualquier reemplazo del HD por uno que no fuese oficial. Y con esto llegamos al punto donde empezamos a intuir que Apple ha caído en los brazos de su propia autosuficiencia y ha dado un golpe de timón que lo aleja del mundo que le vio nacer, la imprenta y el diseño. Es más, creo que se distancia del común de los mortales para entrar en un nivel claramente elitista. Y aplica la máxima de que el precio ideal de un producto es el que el cliente esté dispuesto a pagar. No podría recomendar un equipo donde la simple avería del disco duro o un módulo de memoria inutiliza el equipo durante días, porque es indispensable pasar por el taller de la marca propietaria. La obsolescencia programada que lleva la compañía hasta el extremo no los recomienda como inversión duradera. En todo caso, la opción profesional debería de ser el modelo de 27 pulgadas, con un HD de 7200 rpm y la opción Fusion Drive y con posibilidades de  una futura ampliación de memoria RAM por parte del usuario ya que este modelo sí dispone de acceso directo; la gama más básica queda para el consumo generalista.

En realidad, los nuevos iMac no son más que portátiles potentes y bonitos, sin batería,  más sellados (vienen pegados) de lo que suele ser usual en los portátiles, y con una peana de aluminio para poner encima de la mesa. Disponer de un sistema operativo robusto y fiable como el Mac Os no justifica esta vez el desembolso. Creo que Apple ha perdido la oportunidad de "democratizar" sus ordenadores con esta nueva gama; está por ver quien aprovechará el futuro fiasco de Windows 8, tal vez sea el momento que esperaba el software libre para dar el salto al escritorio.

En los foros en castellano de Apple también se empieza a leer otra palabra entre los acérrimos:

Hackintosh

Un saludo.

(Y con esto despedimos el año y esperamos que todo el mundo tenga un buen arranque de 2013, que por lo menos en España, viene de lo más complejo)



jueves, 13 de diciembre de 2012

Globalización

¿Cómo se puede competir en el campo del diseño web cuando páginas como Elance u Odesk nos traen a la puerta de casa mano de obra foránea con precios de miseria?


Hay empresas que montan una web Joomla! estandarizada o una maquetación convencional por cuatro "duros". Con personal de India, Bangladesh, Ucrania, Rumanía, etc Sin ni siquiera pagar impuestos en este país, con lo cual tienen ventaja añadida. Esto para el autónomo medio nacional es un hándicap bastante grande. Si no ha hecho más daño es simplemente porque la cultura de la TI en cierto arco de edad es baja y no saben que estas cosas existen.

¿Cómo se compite con esto?¿bajando más el precio y homologar nuestro sistema de trabajo al de China?

Yo personalmente me niego a eso. A mí modo de ver, afrontar este problema es complicado aunque no imposible. Estas líneas son el epílogo de una conversación por separado con dos buenos amigos que se dedican al desarrollo de software. No está relacionado con el desarrollo web y el diseño, pero es trasladable a nuestro campo.


Uno de mis viejos amigos de cervezas de la añorada juventud se especializó en desarrollo de software al final de su carrera de ingeniería, máster y demás. Partió para Madrid porque aquí no había futuro. Acabó trabajando en una empresa de medio tamaño, subcontratada para desarrollar software específico para diferentes usos, desde control de túneles hasta temas ferroviarios. En los últimos años, ante la escasez de licitaciones públicas, la empresa acabó por bajar los presupuestos al máximo y a reducir personal,¿de qué forma?: poco a poco fue trasladando el desarrollo de código a la India con operadores locales mucho más baratos. Simplemente dejó un pequeño equipo de supervisión y algún director de equipo. Mi amigo acabó fuera de la empresa, quemado y trabajando en Londres, cansado de pelear contra el empeoramiento de las condiciones laborales en España, la única forma en que compiten muchas empresas ahora. El proceso está esquematizado y resumido. Fueron tres años.

El otro amigo hizo el camino contrario. Él se largó de su empresa, bastante grande, para montar un negocio basado en software libre con otro socio, Solid Rock Cloud. Tuvo unos comienzos duros, pero ha acabado con una buena cartera de clientes gracias a su seriedad y profesionalidad. ¿En qué se diferencia? En el asesoramiento, en los contratos de mantenimiento y en la especialización en ciertas PYME. Se podría resumir en la importancia del contacto personal. Asume que no se va a hacer rico, pero tiene un horario muy flexible y ya tienen varias personas contratadas en la empresa, aplican al cien por cien el nuevo concepto de empresa colaborativa, alejados del obsoleto esquema piramidal de mando.

Esa podría ser la clave, la especialización, los servicios añadidos a tu producto central y el trato personal, así como el asesoramiento. Competir con precio no es la clave, siempre habrá alguien que lo haga más barato. Otro hándicap para muchos freelance es cierta soledad ante la gran cantidad de tareas que requiere arrancar un negocio, siempre es interesante poder colaborar y/o delegar con un socio de confianza, de lo contrario podemos acabar cayendo en el burn out.

El mundo de las artes gráficas, el diseño y la imprenta deberían de llegar a la misma conclusión. Hay que ofrecer valor añadido al producto que se oferta, especializarse, asesorar al cliente y, sobre todo, esto ya en clave interna,  superar el concepto de clases dentro de la empresa y alcanzar el estado de empresa que colabora, muy alejado del esquema de mando basado en gerencia, mandos intermedios, personal de base. ¿ Y cómo se hace esto? Innovando, dentro y fuera de la empresa, reduciendo costes no por sueldos sino por implementación de tecnología TIC en la gestión interna y formando a los trabajadores, ofreciendo en el mercado nuevos productos digitales, nuevos materiales, interconectando impreso y web mediante tecnologías como el NFC o RFID, abriendo nuevos canales de venta globales y no locales... Ya, son muchos elementos. Pues hay que empezar, llevamos años de retraso.

Si es que no me canso de repetirlo: la tumba y el olvido ya están preparados para el que no se adapte al siglo XXI.

Un saludo

martes, 4 de diciembre de 2012

Retículas


Una de las razones por la cual el diseño web se debería de enseñar en las escuelas de artes gráficas es porque, básicamente, un soporte en papel y una página web hacen lo mismo: transmitir información de la mejor manera posible.

Claro está que hay un mundo de complejidades detrás de cada sistema, "analógico" o "digital", pero lo que es la distribución de información es muy similar. Trabajamos con normas que vienen de antiguo, porque el sistema de retículas es una técnica que se empezó a generar en la vieja Grecia y se pulió en el Renacimiento, con los grandes pintores y arquitectos italianos.  La sección áurea, la regla de los tercios...

Las retícula, por supuesto,  son una forma más, digamos que "normalizada" de distribuir los componentes visuales de forma lógica y justificada, son un apoyo muy valioso del  diseñador que le facilita el trabajo de composición, pero ante todo es una herramienta invisible que ayuda  a los usuarios o lectores; una retícula que justifica el trabajo del diseñador pero que confunde y dificulta la comprensión de una página cualquiera no sirve de nada. Es la diferencia entre un diseño "bueno" y uno "excelente" y, sorprendetemente, no se usan todo lo que debiera por parte de los profesionales del sector.

Dejo dos vídeos interesantes sobre retículas.

Un saludo.




jueves, 22 de noviembre de 2012

Revolución de la imprenta, tecnología NFC

Está aquí y ya es presente. La imprenta, a la que muchos dan por muerta, se vuelve a reinventar a sí misma. La tecnología de radiofrecuencia con tecnología NFC se extenderá en muy poco tiempo porque será un medio barato, eficaz y muy superior a los códigos QR para transmitir información.

¿Qué es el chip NFC?

La tecnología NFC (Near Field Communication) es una tecnología de transferencia de datos inalámbrica entre dispositivos que deberán estar muy cerca entre sí, menos de 20 cm, y que funciona a baja frecuencia (13,56 MHz) que actualmente no requiere licencia ninguna. Es una evolución de la tecnología RFID, un viejo conocido, y la compatibilidad es completa entre los dos sistemas. Como en el  RFID, puede existir un elemento pasivo y otro activo.

Campo de usos del chip NFC
Es similar al Bluetooth, aunque existen diferencias, entre ellas que el chip no necesita tanta energía y además el emparejamiento entre dispositivos es más rápida usando la tecnología NFC. Aunque la velocidad de transferencia es de alrededor de un tercio respecto a la del Bluetooth en condiciones óptimas. Pero esta tecnología no está pensada, en principio, para sustituir al "diente azul" sino para complementarlo. Su uso inicial estaba enfocado a los móviles, sobre todo para pagos y transacciones económicas, monedero electrónico, vaya, pero se ve claro su potencial en el campo de la transmisión económica de información.

¿Y qué pinta todo esto en una imprenta?

Pues que los chips NFC codificados con la información que quiera el cliente se podrán incluir en el papel sin que se note nada, puesto que son extremadamente delgados, o en forma de pegatina sobre el impreso. De esa forma, se podrán imprimir tarjetas de visita con la información que desee el cliente,  trípticos o flyers que se "comunicarán" directamente con tablets o smartphone ampliando los datos ofrecidos de forma exponencial. Esto supone una interacción soporte impreso/web bastante potente. Supongamos que un fabricante de muebles pueda incluir todo su catálogo en un simple díptico o catálogo con un buen diseño. Folletos de música a todo color con docenas de MP3 incluidos en su interior, podría convertirse incluso en un nuevo medio de edición musical jubilando el viejo CD. La tecnología NFC incluso permite modificar la información almacenada en el chip, con lo cual es actualizable. En la actualidad, empresas como SMARTRAC ya han anunciado chips NFC transpondedores específicos para imprenta de 50 micrómetros, µm, de grosor, ideales para su inclusión en cualquier tipo de impreso. Por poner un ejemplo, el cabello humano ronda los 80-100 µm de grosor. Los últimos modelos de chips pasivos disponen de 100 kb, pero pronto se ampliará la capacidad de forma exponencial. En realidad, son los primeros pasos de esta tecnología.

Muy pronto el NFC cambiará el modelo de producción en la imprenta. La explosión tardará aún algunos años, lo que se tarde en implementar la tecnología en los nuevos smartphones.

Un saludo.

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domingo, 18 de noviembre de 2012

Desempleo Tecnológico


 «La tecnología elimina más puestos de trabajo que los que puede crear»,
 Vassily Leontief (premio Nobel de Economía en 1973) 

Desde hace unos meses, he estado meditando sobre las causas de una crisis tan larga y duradera y las causas subyacentes que la están provocando. La lectura de ciertos libros, como las Torres del Olvido, de George Turner, me han ayudado a llegar a una conclusión personal. Esta crisis, lejos de ser coyuntural, es una crisis estructural, una depresión sistémica del capitalismo tal y como lo conocemos.

En el siglo XIX, el inicio de la industrialización comenzó a generar varios tipos de cambios profundos en la sociedad que aún se mantienen. La demanda de mano de obra en la incipiente industria provocó una transferencia de población del campo a las ciudades, que crecieron en poco tiempo. Esta fase todavía está activa en muchos países que se encuentran en plena fase de industrialización, como amplias regiones de África, Asia y Sudamérica.  Bien, esto no era problema porque la necesidad de mano de obra era ingente y era muy fácil absorber  a todo este capital humano. Este hecho concreto lo tenemos muy cercano con el desarrollo de la industria del hierro y el acero en Bizkaia a finales del siglo XIX y gran parte del XX.

Pero, poco a poco, estamos entrando en una nueva era tecnológica. La Era del Conocimiento ha propiciado que la información viaje a mucha velocidad por redes interconectadas como Internet. Esto a su vez ha provocado que ciertos servicios profesionales susceptibles de “viajar” fácilmente a través de estas redes se puedan contratar en naciones con mano de obra más barata que en donde la empresa contratante tiene su origen. Así, cualquier empresa de software puede tener empleados programando en la India, contratar diseñadores gráficos en Argentina, imprimir la papelería en China y tener las oficinas en Bilbao. En otros ámbitos, también se está produciendo una explosión del desarrollo de la robótica que está automatizando muchas tareas que antes necesitaban mano de obra, en algunos casos cualificada. Yo conozco bien las Artes Gráficas y puedo decir que hace diez años, producir un impreso desde un original necesitaba un mínimo de tres o cuatro personas porque la preparación de los materiales era laboriosa y lenta y se realizaba en bastantes etapas. Esto encarecía sensiblemente el producto. Hoy en día, un operario en un puesto informático, puede realizar  10, 15 o 20  planchas en un CtP desde un original digital, sin levantarse de la silla y en un tiempo relativamente corto. Y últimamente, con la impresión digital, ni eso. Directamente al papel a través de un sistema de impresión de dato variable. Una imprenta de cuatro operarios en la actualidad tiene la capacidad de producción de un negocio de cien personas de hace tres décadas, sin exagerar.  Y viendo las últimas novedades en trenes de encuadernación, podemos afirmar que en breve esta afirmación se quedará corta. Esto es extensible a muchas áreas de la producción industrial. No hace tantos años, delineantes, troquelistas e ingenieros eran personal muy valorado en las empresas del metal o el diseño industrial. Hoy en día, el software de diseño técnico en 3D  se ha estandarizado notablemente, así como la máquina herramienta que ,con un solo operario y un ordenador, puede realizar operaciones antes laboriosas y lentas que implicaban a un equipo de trabajo completo con mucha experiencia. La sanidad se está automatizando también de manera increíble, sobre todo en los laboratorios donde docenas de técnicos han sido reemplazados por maquinaria de análisis totalmente automatizada.

Todas estas señales indican que en las próximas décadas se generará un paro estructural bastante importante, motivado principalmente por el desarrollo tecnológico que está reduciendo  la mano de obra necesaria para el desarrollo de muchas tareas. Este paro se cebará en operarios de oficios "manuales" y trabajos con un uso de mano de obra intensiva.  España burló esta transformación global engañándose a sí misma, volcando el desarrollo en la construcción, la agricultura y los servicios, algo con un bajo valor añadido. Evidentemente el tema nos explotó en la cara con más virulencia que a nuestros vecinos, no obstante, no hay que engañarse, tarde o temprano íbamos a llegar a esto. El sector industrial y la agricultura, sectores donde la robótica está aumentando drásticamente la capacidad de producción, ha ido perdiendo empleo por este motivo durante décadas, el sector servicios logró absorberlo, pero esto es evidente que no va a seguir siendo así. Nuestra penitencia consistirá en sufrir los cambios en menor tiempo que nuestros vecinos.

Bertrand Russell, en 1932, ya anticipó esta crisis y adelantó que era una evolución del sistema capitalista, aunque no llegó a describir que traumática podría llegar a ser la transición de uno a otro. Él adelantó que las jornadas laborales en un mundo automatizado deberían de ser como mucho de cuatro horas. Y no es entrar en planteamientos marxistas, sus teorías desechaban el comunismo como un sistema inoperante. El “desempleo tecnológico” está aquí y está para quedarse.

El mercado globalizado y el sistema económico neoliberal, aplicando reglas obsoletas  va a retrasar la toma de las medidas adecuadas para entrar en esta nueva era.  Un ejemplo es China, donde su crecimiento está basado en un uso intensivo de mano de obra "barata", con escasos derechos laborales y medioambientalmente insostenible, modelo abocado al fracaso a medio y largo plazo. Jeremy Rifkin explica la situación perfectamente en su libro El Fin del Trabajo. Es necesario entrar en una nueva era posmercado puesto que el modelo tradicional no va solucionar nada, mas bien agravará la situación, tensionando el sistema con el  riesgo creciente de una fractura social traumática. Este escenario sería muy  peligroso  debido a lo impredecible de la respuesta de una sociedad hastiada y sin esperanzas.

Si alguien quiere anticipar lo que puede suceder en los próximos años si nadie reacciona con cordura a esta depresión que sufrimos, puede leer Una Princesa en Berlín,  de Arthur R.G. Solmsse.Porque como decían los viejos romanos, no hay nada nuevo bajo el sol.

Un saludo.

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sábado, 23 de junio de 2012

Corrección de estilo

La corrección de estilo es un oficio antiguo, que apareció de la mano de  la imprenta en el siglo XV. Es, a su vez,  un trabajo humano, porque aunque hoy los ordenadores nos corrigen  la ortografía al instante, ningún software hoy en día es es capaz de controlar el estilo y el significado de un texto, así como el mensaje que desea transmitir.  Corrector de estilo y censor, lamentablemente han sido lo mismo durante largas y oscuras etapas de nuestra historia nacional.


No es una ciencia, sino un arte empíricamente fundamentado: dentro de las reglas que nos ofrecen las normas del lenguaje, hay muchas soluciones gramaticales, todas ellas  válidas,  cuyas bifurcaciones estarán determinadas por las circunstancias, las posibilidades y hasta la creatividad de los técnicos  involucrados en el  proceso. La corrección de estilo es un trabajo muy técnico que necesita paciencia, precisión y una sólida argumentación sobre  la toma de decisiones. El que se se atreve a ser un corrector debe aprender su oficio, delimitar su campo de acción y explicar  claramente sus reglas de trabajo para generar cierta compenetración de ideas  con las personas a quienes les ofrece sus servicios de corrección.

La corrección de estilo básicamente representa el proceso de revisión, limpieza y "pulido" del texto para que su lectura sea fluida (clara), exacto (transmisión correcta al lector de las ideas), coherente (desarrollo del texto) y uniforme (política editorial/autor  aplicada en toda la obra).

Para realizar esta función, el corrector deberá purgar los errores gramaticales, ortográficos y ortotipográficos, así como lograr unidad y consistencia en los aspectos relacionados con un adecuado y correcto uso de la lengua, como sintaxis, ortografía, semántica, reiteraciones léxicas o eidéticas, redundancias innecesarias, ambigüedades, contradicciones, uso de mayúsculas, signos, puntuación y acentuación, topónimos erróneos y erratas diversas. Se aplicarán también las normas de la editorial o el cliente, procedentes de  un manual previamente convenido, un documento de lineamientos o de las instrucciones específicas por parte del editor a cargo.

Lamentablemente, todo esto ha pasado a la historia en las artes gráficas. Por lo menos en las imprentas no especializadas en la edición. Cuando estudié Impresión, todavía quedaban maestros correctores en el Instituto, muy versados en el oficio. Procedían de la universidad, letras, aunque eran años de trabajo en la imprenta el que les había ofrecido la experiencia.  Nos enseñaron los rudimentos, porque tampoco llegaba a más en un trimestre: corrección sobre galeradas con tres bolígrafos de colores, anotando, tachando, añadiendo según qué elemento en diferente color y corrigiendo  páginas completas en pocos segundos.  Sobre todo recuerdo que dos faltas de ortografía, incluida acentuación, era causa de suspenso y fue una de las asignaturas más duras para algunos de nosotros. Cuando comencé a trabajar en mi empresa, todavía recuerdo que tuve una conversación con el guillotinero. José Antonio Garay, hoy ya jubilado.  Recordaba con cariño, y aún afirmaba serlo con orgullo, cajista de imprenta y corrector. Me explicó como el negocio hace años tuvo una época en la cual hacían bastantes libros y corregía los textos, siempre pegado al María Moliner de tapas ajadas por el uso que todavía conservaba. En aquella época se pedía a la linotipia textos extensos y en la plano-cilindro se sacaban las pruebas. Eran los buenos tiempos de la imprenta.  Lo cierto es que el devenir en el tiempo de las artes gráficas, siempre en descenso, considero, acabó poco a poco con todos estos expertos en corregir y/o encauzar el trabajo "en bruto" de los clientes. ¿Pero cual ha sido la causa? Abaratar costes, reducción de plazos de entrega y una competencia feroz y mal entendida ha provocado que el negocio vea inasumible sumar los precios de estos profesionales al producto final. Hoy en día controlamos la ortografía, con un corrector automático, y poco más. Craso error.

Porque en pleno auge de la autoedición, de la democratización del diseño casero, del precio del impreso como único factor de selección de imprenta, lo que sale de muchos negocios gráficos es auténtica basura. Diseños horrendos, colores mal escogidos y conjuntados, textos ásperos que poco o nada inspiran, a no ser un bajo nivel cultural del autor; un nivel paupérrimo, en resumidas cuentas.

Y de esta manera tan simple, seguimos destruyendo el oficio que tantos profesionales, durante imnumerables años, han mimado desde sus puestos de trabajo, antes que nosotros. Y solo nos queda asistir a la liquidación de una forma de trabajo basada en la excelencia y el buen hacer. Y que, supongo, solo vendrá a hacer más pesada nuestra la lápida en el futuro...

...porque algún día, muchos considerarán prescindible unas empresas que solo se dedican a manchar papel a precios económicos, sin ofrecer ningún servicio añadido digno de referencia. Porque para eso ya tenemos la impresora láser y el corrector de Word, ¿no?

Un saludo.

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martes, 5 de junio de 2012

PDF/X

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Volvemos a la problemática de los archivos enviados a la imprenta no generados con formatos optimizados para ésta ¿Transparencias? Cada vez son más comunes en los PDF que se mandan a imprimir, y la problemática aumentará debido a los nuevos formatos PDF/X-4 y PDF/X-5 que las admiten. Pero claro, esto supone que debes de tener el software de tu RIP al día...



Yo lo que creo es que gastarse un dineral en actualizar un RIP que funciona bien solo porque no admite transparencias me parece una locura en los tiempos que corren. Hace años, tal vez sería viable, pero hoy en día, actualizar los RIP con el coste que eso conlleva creo que está descartado para la gran mayoría de las MPYME del sector gráfico debido a la crisis. Con la que está cayendo al final acabas trabajando con gente que no suele ser la habitual y cada vez hay más problemas. Y los plazos suelen ser cortos. El pitstop suele tragar casi todo, pero tiene un límite...

El problema es que muchas agencias de diseño se convierten en clientes, la imprenta no tiene contacto con el receptor final del producto, y parece que hay que aceptarles todo, porque el mundo de las artes gráficas hoy en día va a degüello con los precios. Y es cierto que muchas trabajan todavía con el freehand, que es arcaico. Y cada vez hay más transparencias y más PDF generados desde Office o Publisher, con todo tipo de errores...Las hay que trabajan bien, no vamos a generalizar...

El problema de fondo son las gerencias gráficas que dieron preferencia en años preteritos a la compra de maquinaria offset pesada por valor de cientos de miles de euros, CtP avanzados y también muy caros, endeudándose hasta las orejas mientras al mismo tiempo mantenían/mantienen en la preimpresión desfasados freehand o Photoshop pirateados y personal sin los conocimientos actualizados. ¿Cuantos operarios de preimpresión conocemos que se aferran todavía al freehand por no molestarse en aprender programas nuevos? En su día les costó bastante actualizarse, pasar de la película/celo al mac/freehand, y se han quedado ahí. Clavados. El PDF/X es uno más de los jalones del camino al desastre de la empresa gráfica española. Si se hubiese organizado una formación continua sólida en el sector y se premiase la excelencia en su trabajo al personal que se ha preocupado por actualizarse otro gallo habría cantado. Pero no ha sido así.

No soy optimista. Si la introducción del PDF/X-1a ha sido un fracaso, con un uso cercano al 20% en el mercado nacional tras más de una década entre nosotros, es que esto no va a mejorar con PDF/X más complejos, como el PDF/X-4. Y con  las transparencias ya rematamos el tema. Auguro una introducción residual del PDF/X-4 la próxima década. Creo que el PDF/X-3 ganará cuota lentamente, sin grandes excesos tampoco, claro.

Desesperado, no sabes si el que está equivocado es uno mismo y esto de pedir PDF/X es predicar en el desierto. Y no lo entiendo, la verdad, pero es así. Y al final, yo llego a la conclusión de que España no se trabaja lo bien que se debiera  y estamos realmente atrasados. Falta formación. Falta amor por el trabajo, menos arrogancia y más fomentar la excelencia.

Un saludo.

domingo, 20 de mayo de 2012

viernes, 18 de mayo de 2012

No hay atajos

No existen los atajos. Si tu sistema de trabajo hace aguas, cámbialo. Arréglalo.  Pero no intentes parchear o salir del paso "otro día más". Perderás horas de tu tiempo, se las harás perder a los demás y finalmente obtendrás un producto mediocre. ¿Cuánto cuesta el tiempo? Creo que es lo único en este mundo, o por lo menos de las pocas cosas, que no tiene precio. Y los hombres de Gris de Momo no lo guardaban, era mentira, se lo fumaban para poder vivir.

La cantidad de horas pérdidas en una imprenta puede no tener límites. Costos ocultos los llaman. Horas no facturables...Tiempo gastado inútilmente cuando con sencillos protocolos de trabajo se puede agilizar todo bastante.
Ha llegado la democracia al diseño. Hace tiempo, es verdad. Cualquiera con un pc/mac en su casa y un programa de diseño instalado puede elaborar una obra gráfica. El problema se genera  cuando desconoce los rudimentos más básicos de trabajo actuales en las artes gráficas. Y el contratiempo es más acuciante cuando es un cliente o incluso una agencia de diseño con graves carencias de formación. Y también añado que esto se agrava porque  las imprentas sufren  problemas de comunicación con sus clientes/proveedores, o simplemente  no llegan a plantearse como crear un marco base de normas para su workflow y no ven el problema, aceptándolo como algo normal. Lo ideal es que se trate con el cliente y se le haga entender que existen formatos muy optimizados para el trabajo en imprenta. Y si no es posible que se suministren en formatos normalizados, se le debería de cobrar un plus por la manipulación de originales.

Me gustaría poner un ejemplo. Nadie va con un trozo de madera de pino, con nudos, a un carpintero y le pide que le haga una mesa de cerezo. Supongo que el carpintero alegaría que con esa materia prima no podría obtener una mesa de cerezo. Pues en muchas imprentas lo aceptan todo, archivos mal hechos que luego dan innumerables problemas.

Los archivos generados desde Office o Publisher no son idóneos para la imprenta comercial. Se debería de rechazar estos formatos por sistema. En general, no se debería de aceptar ningún archivo nativo de cualquier programa porque pueden existir problemas con las versiones, con la tipografía, etc. Y no se suelen tener las últimas versiones de la Creative Suite de Adobe o Corel en la preimpresión. Y menos de la de Publisher. Los PDF generados desde Office dan muchos problemas. Se debería de especificar que el formato estándar de la imprenta es el PDF/X. Si no se suministran de esta forma, se deberían incluir las horas de trabajo en el presupuesto para obtener archivos adecuados. Ya sean PDF/X-1a, PDF/X-3, o los más avanzados, y peligrosos, PDF/X-4 y PDF/X-5.

Otro problema es la Gestión de Color. Si el cliente desconoce lo que es la Gestión de Color, no se  pueden dar charlas didácticas en la imprenta de tres o cuatro horas, café incluido. Aparte que ,generalmente, tampoco sirven de nada porque se piensan que les estás engañando con un galimatías técnico. Un margen de pedagogía es aceptable, pero no reuniones interminables y discusiones porque el color resultante en el impreso no es el buscado. Si el trabajo está "manipulado" fuera de la imprenta, sería una buena opción contar con un Eizo de 24" bien calibrado con un i1Pro y enseñarle una softproof barata con una representación CMYK del trabajo en RGB. Antes de meter en máquina. Arriesgarse a una prueba de contrato de esta forma es posible, pero si queremos amarrar, lo deseable sería una hardproof en papel, certificada con algún tipo de gestión como GMG ProofControl. Si el cliente no es habitual y  se niega a pagar pruebas y no ha realizado una Gestión de Color aceptable, imprimir el trabajo es una auténtica lotería. Te puede salir bien o mal. Sería deseable consultar que tolerancia tiene a desviaciones de color. Aducir posteriormente problemas de calidad en el impreso, habiendo comentado previamente las opciones para comprobar de forma previa como quedaría el trabajo no debería de ser aceptado.

Y, finalmente, si nos encontramos desbordados por muchos trabajos mal realizados, lo ideal sería optimizar nuestro flujo de trabajo con soluciones como Enfocus PitStop Server, que por lo menos nos "meta en vereda" los PDF "rebeldes".

Un saludo.



miércoles, 2 de mayo de 2012

Color II

Una vez comentado cual es el marco de referencia del color en sistemas informáticos, CIE lab, pasamos a explicar el sistema para pasar de un modelo RGB a uno CMY+K. Ya sabemos que CIE lab es un sistema de color que representa la escala de visión humana. Se usa como modelo ya que la tecnología actual no permite reproducir imágenes con este sistema de color en pantallas, ya sean  planas o CRT o cualquier tipo de impreso. No solo eso, sino que partiendo de un modelo absoluto como es CIE lab (la imagen que vemos) cualquier cámara fotográfica automáticamente pasará las imágenes a un modelo RGB, ya sea sRGB o AdobeRGB o cualquier otro RGB, independientemente del tipo de archivo utilizado, JPG, RAW, TIFF... sRGB es un estándar que creó Microsoft y HP en colaboración. Y aunque ha sido aceptado como estándar de facto por muchos consorcios, lo limitado de su amplitud de gama recomienda el uso de AdobeRGB, con más amplitud de color. Es recomendable, no obstante, usar sRGB en cualquier edición destinada a WEB, ya que los navegadores están optimizados para representar este modelo.


RGB se basa en el modelo de color aditivo. La suma de los tres primarios genera blanco. los primarios en este modelo son Verde, Rojo y Azul.  Red, Green, Blue: RGB. Los colores en este sistema se obtienen sumando cada uno de estos primarios, cuya adicción a la mezcla para obtener cualquier color se especifica con un número de 0 a 255. Cualquier persona que diseñe para web entiende perfectamente estas numeraciones, es un sistema reconocido por HTML, aunque eso sí,  traducido a hexadecimal en ese caso. Así, el color blanco sería la suma de todos 255,255,255. En Photoshop también se usa esta escala numerada cuando se busca obtener cualquier color dentro de la gama. CMYK, en cambio, funciona con proporciones. No me alargaré en este aspecto. Como siempre, hay que traducir algo tan complejo como el color a una fórmula matemática para que los sistemas informáticos, que no tienen ojos, entiendan todo esto. La verdad es que visto ahora parece algo sencillo y básico, pero llegar a esto ha costado una pila de años de experimentos y ecuaciones matemáticas.

Modelo CIE lab, con AdobeRGB y sRGB
Generalmente, las imágenes antes de mandar a imprenta se manipulan en el modelo de color con más amplitud posible para evitar pérdidas de color indeseadas. Ya hemos comentado que el modelo RGB más extendido para desarrollo web es el sRGB, pero para la edición editorial y los trabajos que se mandan a imprenta, el estándar es el AdobeRGB debido a que su gama de color, gamut, es más amplia y contiene todo el modelo CMY+K, que sRGB no hace. La conversión final a CMY+K, que es un modelo menos amplio que el RGB, se realizará como último paso antes de generar un archivo PDF/x-1a. En realidad, lo mejor sería mandar a imprenta archivos en RGB, con el formato PDF/X-3, buscando que su Gestión de Color realizase la conversión adecuada a su sistema. Es una forma de trabajar adecuada que minimiza los problemas al mandarles el archivo "original", pero como la Gestión de Color no está generalizada,bueno, lo mejor es preguntar.

¿Y cómo se realiza la conversión de un sistema de color aditivo a otro sustractivo? El modelo CMYK representa tres colores más negro: Cian, Magenta, Amarillo y Negro. La suma de todos genera negro,  a diferencia del RGB, que creaba blanco. Aparte de que este modelo se basa en la absorción de luz, donde el color es la reflexión de luz que incide encima del pigmento. RGB se basa en la emisión de luz por parte del monitor. Por eso es tan importante usar luz normalizada en la visualización de impresos. Cualquier luz con un color dominante falseará el color del original. Lo ideal es un iluminante D50; esto ya está explicado en otros artículos. Bien.  Pasar de un modelo RGB a uno CMY+K es muy complicado. Se basa en complejas fórmulas matemáticas, pero básicamente responde a la  Teoría del Color Inverso o Complementario:

Verde+Azul: Cian
Rojo+Azul: Magenta
Rojo+Verde: Amarillo

Donde el color complementario del Rojo es el Cian, del Verde es el Magenta y del Azul es el Amarillo. Y mediante una ecuación se relaciona cada valor RGB con su complementario CMY, realizando posteriormente una nueva conversión para añadir el color negro ya que los pigmentos de la tinta no son lo puros que debieran y no ofrecen un negro viable durante la impresión.

A pesar de todo, no hay fórmula perfecta para convertir RGB a CMY porque es una operación que reviste una extrema complejidad y siempre hacen falta algoritmos de compensación cromática para obtener imágenes sin desviación de colores. Y esto no ha terminado, porque se continúa investigando sobre mejores sistemas de conversión de un modelo a otro. En realidad, sobre la Gestión de Color y el paso de un modelo RGB a CMY y viceversa, podemos afirmar que estos algoritmos se encuentran en sus comienzos. Lo ideal es buscar la seguridad completa en la conversión.

Y esto solo es posible aplicando una previsualización, (Visor-Fuera de Gama) en Photoshop en la cual nos mostrará los colores de la fotografía en RGB que se escapan de la gama CMYK con un color gris. E intentar "trabajar" sobre la fotografía RGB los colores para que entren en el gamut CMYK. Con esto nos ahorramos muchos sustos en la impresión de nuestros trabajos.
Un saludo.

Fuentes: La Imagen Gráfica Y su Reproducción, Josep Formentí/Sergio Reverte, apuntes sobre Gestión de Color, curso de ITG Tajamar y apuntes curso avanzado Photoshop CS4.

domingo, 29 de abril de 2012

Azul

Los antiguos griegos no reconocían el color azul. Para ellos era un matiz más del verde, no diferenciado de éste más que por el tono. En realidad, su percepción sobre este color era más bien escasa, a diferencia de los egipcios que fabricaban su propio pigmento mediante complejas técnicas. El mediterráneo era un mar o gris o verde, con más o menos intensidad dependiendo de su  profundidad. Parece sorprendente esta falta de identificación que, tal vez, respondía a un componente cultural. Porque el azul era el color del dolor, de la muerte y de la mala suerte. Tampoco ayudaba en exceso la escasez de pigmentos naturales que produjesen un azul puro. Vuelvo a recordar que en el Antiguo Egipto el color azul intenso era muy bien valorado y su fabricación era una industria en sí misma.

Hay un periodo oscuro en la antigua grecia conocido como la Edad de las Tinieblas. Siglos de ausencia de cultura y civilización. Poco se sabe de esta época más allá de que la muerte y la destrucción debieron de surgir  a través de las nieblas del  Norte en forma de tribus bárbaras que extendieron el dolor y la decadencia allí por donde pasaban. También se sabe que por aquel entonces entre celtas y germanos estaba extendida la costumbre de pintarse de  azul el cuerpo antes de ir a la batalla, metodo para infundir temor a sus enemigos, y que, entre los rudos hombres del septentrión, era común tener los ojos azules. Es por lo tanto plausible que entre la población de Grecia y Anatolia se asociase el color azul al infierno y a la muerte. Un viejo talismán muy extendido actualmente en Turquía y Grecia contra el mal de ojo y la mala suerte hunde sus raices en aquel temor arcaico. El ojo turco. Cualquier viajero que visite estos dos países puede comprobar lo difundido que se haya este amuleto entre todos los arcos de población. Simboliza un ojo azul y protege contra todo mal.

Los romanos adoptaron la cultura griega en su mayor parte y el color azul no iva a ser una excepción. Añadimos su litigio constante contra  las tribus germanas al otro lado del Rhin que partían a la batalla casi desnudos y teñidos de azul, igual que los Pictos, que según Tácito "parecían ejércitos espectrales". Además, asociaron este color con las mujeres de vida alegre y los afeminados. Un motivo a esto ya lo aporta Plinio, que afirmaba que las mujeres bretonas se pintaban de azul antes de participar en tenebrosos ritos orgiasticos. Más adelante, el color azul oscuro se asoció al luto en los ritos romanos.

Y es por este último motivo que en la civilización occidental el azul cambió de mentalidad durante la parte final de la  Edad Media. Y es debido a que la Virgen se solía representar vestida de azul en todas las vidrieras y frescos de la época, el color del luto y de la muerte, asociado a la muerte de Cristo. Al mismo tiempo, se depuraron las técnicas de obtención del pigmento, ofreciendo colores azules vibrantes e intensos. Lapislazuli y azurita. Fue una explosión del color azul ya que muchos ricos comerciantes y aristócratas  empezaron a desear vestir atuendos con el color de la túnica de las imágenes de la Virgen, que se empezó a considerar un color  bien visto entrecierto estatus social y un signo de buena suerte. Posteriormente, la reforma protestante, que escogió el color azul como contraposición al rojo del catolicismo y el papado, que seguía sin contar con el color azul en su panteón, extendió y consolidó este color de la forma que conocemos hoy en día. Eficiencia, neutralidad- bandera de la ONU y la UE- romanticismo y  melancolía... La música blues es un buen exponente de este arraigo que este color tiene hoy en día.
Fuentes: Colores, de Anne Varichon y Mitología Celta, de David Bellingham

lunes, 23 de abril de 2012

Color

No me queda muy claro que la gente del sector entienda bien como se trabaja con el color en un sistema de trabajo binario. En realidad, no creo que el concepto de "color" esté tan claro.¿Qué es el color? El color podría considerarse hasta cierto punto algo abstracto, ya que nadie ve el color igual al ser procesado por nuestro cerebro. Incluso las asociaciones psicológica a diferentes colores varían sustancialmente entre diferentes culturas.

Durante años ha sido un problema intentar reproducir el color que ven nuestros ojos en soportes físicos. Hoy en día, a pesar de toda esa tecnología, la representación de una televisión 1080 ni siquiera se acerca a la calidad de una imagen vista "in situ", con luz natural. Cualquier representación , ya sea en papel o en pantalla, es una simple aproximación a la imagen real que podrías observar si estuvieses allí realmente. Y muchos alaban la calidad de la pantalla retina de Apple, cuando cualquier ventana de nuestra casa nos ofrece miles de matices más. Y es una pena, porque a veces vivimos tan volcados sobre todo tipo de pantallas, del pc, del tablet, del móvil  que nos olvidamos de lo que nos rodea.

lunes, 16 de abril de 2012

PapelyPixel Junio 2012

Se está organizando unas jornadas en el IES Emilio Campuzano, en Bilbao, instituto de Bizkaia donde se imparten los dos módulos superiores de artes gráficas sobre la interrelación entre diseñadores e impresores. Nuevas formas de comunicarse y evitar los problemas cotidianos que todos conocemos. Y pequeños apuntes sobre la Gestión de Color.

La eterna batalla entre diseño y forma práctica de reproducirlo de forma óptima.

Como me parece interesante y creo que es un evento impulsado por profesionales y no por marcas concretas, aunque supongo que algún patrocinio habrá, me parece interesante anotarlo.

Más información en PapelyPixel


domingo, 15 de abril de 2012

Pequeños apuntes

A veces son los pequeños detalles los que marcan ciertas diferencias con nuestros competidores. También son los pequeños elementos de un sistema de trabajo los que pueden aumentar la productividad en el día a día. No existe nada peor que creernos que ya lo sabemos todos y adoptar cierto inmovilismo. Aporto varios pequeños detalles que pueden hacer más sencillo nuestro trabajo diario.

Automatizar tareas en Photoshop

A veces es necesario realizar acciones repetitivas con ciertos archivos que nos mandan los clientes, pasar de RGB a CMYK, realizar ciertos filtros que nos vienen bien, ejecutar reducciones GCR o UCR a las fotos, etc. Photoshop es una herramienta muy potente que puede ahorrarnos mucho tiempo con estas acciones mediante los automatismos. Puedes realizar un procesamiento por lotes, desde el panel Acciones, pulsando el botón Crear acción nueva, creando el nombre de una nueva acción y después grabando las acciones. Con la acción que has creado, creas un Lote accediendo a Archivo-Automatizar-Lote. Después, en la ventana, especificas carpetas de origen, destino, nuevos nombres de archivo, etc. Es muy útil.

Ventana para Droplet
También desde Photoshop podemos crear un Droplet, generando las acciones que deseamos automatizar y después accediendo a Archivo-Automatizar-Crear Droplet. Las acciones son muy similares a las de crear un procesamiento por lotes. El droplet, en cambio, es un programa ejecutable para mac o windows. Una vez que hayas configurado las acciones del droplet, lo creas y accedes a la carpeta donde está situado. Arrastrando los archivos sobre el icono del droplet, se ejecutarán las acciones grabadas. Sencillo. Nos ahorrará mucho tiempo de trabajo con acciones tediosas. Añado que los droplet son intercambiables entre plataformas windows y mac os: solo hay que arrastrar el icono del droplet .exe sobre el icono de Photoshop y éste lo convertirá a la nueva plataforma.

Convertir el color de nuestros originales a un perfil de imprenta.

Una vez que hemos terminado de trabajar nuestros originales en RGB en nuestro programa de diseño, si la imprenta lo requiere, debemos de pasar nuestros trabajos a CMYK. La mejor opción, aunque un poco anticuada, es el PDF/X-1a. Esto vale si es un envío "a ciegas". Normalmente, si la imprenta dispone de cierta gestión de color, sería lógico mandarle un PDF/X-3 en RGB (generalmente con el AdobeRGB como perfil ICC incrustado) Ellos se encargarían de "trabajar los archivos" y adecuarlos a su flujo de trabajo. Como la teoría es muy bonita, pero es el mundo real es el que manda, vamos a intentar que nuestros originales se parezcan lo más posible a lo que vemos en nuestro monitor. Para ello activamos la previsualización de CMYK en photoshop (incluso podemos comprobar los colores fuera de gama con el espacio de color de destino en Aviso de Gama). Todo esto con el perfil ISO Coated v2 que suele ser bastante bueno como genérico. Si nos gusta lo que vemos, al pasar a un PDF/X-1a convertimos con este perfil de color. Y ahora, muy importante, nos detenemos en  varias opciones de conversión que suelen ser ignoradas muy a menudo. Siempre marcaremos "compensación del punto negro" Esta opción mantiene la coherencia en las zonas de sombras de nuestros originales una vez transformados, evitando la pérdida de información con la conversión. Y ahora hay otras elecciones que hacer, las más utilizadas son Colorimétrico Relativo y Perceptual .

Es inevitable que al pasar de RGB a CMYK perdamos una parte de la gama de color del original ya que partimos de un sistema con más colores que el destino. Para el que no entienda esto, es sencillo de explicar. LAB es el espacio de color que normalmente puede ver una persona. Es el marco general en que basamos todas las conversiones en el mundo digital. El siguiente modelo es el RGB, que es el formato en que las pantallas representan el color, menos amplio que el LAB. Y si llegamos a CMYK, nos encontramos el modelo con menos capacidad para representar los colores reales que vemos a través de nuestros ojos. Esto mejora con la hexacromía, explicada en otro artículo. Por ello, acertar en la conversión nos puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza.  Con el colorimétrico relativo el algoritmo intentará mantener todos los colores lo más cerca posible de su original, esto incluso sacrificando cierta coherencia de la fotografía. Esta sería la opción ideal con  logotipos o fotografías con grandes espacios de color muy saturados que deseamos conservar lo más íntegros posible. También puede ofrecernos contrastes de color muy fuertes dentro de una misma imagen. Luego tenemos Perceptual , que mantiene la coherencia con el espacio de color de destino y "encaja" toda la gama respecto a las zonas que más han perdido, lo que produce una fotografía más uniforme, sacrificando ciertas áreas de color en pos de ser más homogénea, lo que es recomendable en casi todas las fotografías para evitar los colores dispares de un punto a otro de la misma imagen, pero que nos puede aplanar algún motivo concreto de color intenso que queramos resaltar en el impreso y quedase fuera de gama previamente.

Automatizar la conversión de color con ciertos parámetros es posible con un droplet o un procesamiento por lotes, lo que nos ahorraría bastante tiempo si debemos de pasar bastantes originales en RGB a CMYK.

sábado, 24 de marzo de 2012

Gestión de Color en microPYME III

Hace tiempo que inicié una serie de artículos sobre la Gestión de Color en una microPYME del sector gráfico. Bien, quiero empezar resaltando que a pesar de que la tecnología para realizar esto ya está contrastada y existen muchos productos en el mercado perfectamente válidos, la realidad es que su coste sigue siendo alto y la financiación escasea. 


Sigo convencido de que la inversión es rentable a largo plazo, pero asumo que en los tiempos que corren, la financiación es un factor problemático para las empresas de pequeño tamaño, que son la mayoría en nuestro país. El camino para alcanzar una Gestión de Color no es largo, en tres días una empresa externa puede obtener un perfil ICC adecuado para tu máquina offset, pagas los costes del proceso y asunto resuelto, pero ¿qué pasa después? Lo complicado es mantener los parámetros en los cuales se obtuvo ese archivo y esa es la parte más dura, porque obliga a comprobaciones constante y a no desviarse del camino fijado y menos: tomar atajos.

Si pretendes tener una gestión de color creíble en la imprenta, debes de tener claro que hay que ser constante en muchas acciones: mantener el CtP en condiciones:  el revelador limpio, comprobar los tramados de las planchas de impresión con dispositivos al efecto, como un SpectroPlate o un ICPlate II. Si tu flujo de trabajo está basado en CtF, con fotolitos,  la idea de la  gestión de color se complica. Se puede realizar, pero en la práctica es mucho más complejo al aumentar las variables, sobre todo respecto a los tramados de las planchas.

Si no se cuenta con el presupuesto suficiente para montar una Gestión de Color integral, habrá que ir paso a paso. Se pueden ir observando los resultados de forma paulatina e ir mejorando algunos aspectos de nuestro flujo de trabajo. 

Carta it8 de Kodak
Hay que caracterizar los elementos auxiliares. Si dispones de un escáner plano para digitalizar originales, deberías de generar un perfil propio para este dispositivo. Para ello se usa las cartas IT8, son modelos creados por ANSI, American National Standard Institute. Son cartas de color, hay de muchos fabricantes, con una serie de parches de color, degradados y fotografías. Cuando se adquieren, vienen acompañados de un archivo digital con los parámetros reales de esta carta. Una vez que la escaneamos con nuestra impresora por medio de un software específico, por ejemplo MonacoProfiler, ProfileMaker de GretagMacbeth, etc, el archivo se contrasta con el archivo digital óptimo y se genera un perfil específico de nuestro escáner. Este será un archivo ICC. En el ejemplo, un software de los muchos que hay. En otro artículo, lo explico paso a paso: calibración de medios de entrada.



Perfilar la impresora sería muy similar. Lo único que hay que imprimir la carta de color y escanearla con un colorímetro. En el mercado hay muchos dispositivos para este fin, i1 o el ColorMunki del ejemplo.Esto nos volvería a generar un perfil .ICC personalizado a nuestra impresora. Por supuesto, esto también sirve para cualquier plotter destinado a imprimir pruebas de color para el cliente.



Sería recomendable contar en la imprenta con un monitor adecuado para visualizar originales mediante softproofing.  Ya realicé un artículo sobre monitores y Gestión de Color: artículo.

Todas estas opciones no son excesivamente costosas. En un primer cálculo, las cartas it8, unos 200€, el colorímetro, unos 300-400€, el monitor adecuado para softproofing, de 600-1000€ el software adecuado para generar perfiles ICC, con un coste variable según los módulos añadidos, pero que tendrá un coste creciente según realice más cosas... Uno de los problemas de la Gestión de Color es que siempre hay algo mejor por más dinero, como los coches. Pero hay que ser realista y detenerse en lo que nos realice un servicio adecuado por un coste razonable. Contar con pruebas de color adecuadas para que sirvan como visto bueno de cliente, un escáner fiable y una pantalla para visualizar de forma realista originales sería lo más básico e indispensable de la gestión de color.

La parte más compleja sería perfilar la propia máquina de impresión offset. Lo ideal sería empezar de menos a más. Inicialmente, hay que realizar un mantenimiento exhaustivo de la máquina de impresión, nivelar baterías y tinteros y configurarla según las normas ISO 12647-2, esto es, según normas del fabricante en aditivos de mojado, IPA, dureza de cauchos, medir el papel para calcular presiones... No obstante, hay que contar con una herramienta que nos mida la densidad de tinta  en línea, nos la sitúe en parámetros ISO y nos ofrezca otros datos interesantes, como el trap, contraste, delta E (ΔE), balance de grises y engrosamiento de las tramas. Sin este equipo integrado, es imposible llegar a cerrar la cadena de la Gestión de Color. Al principio, contando con el densitómetro en línea podemos usar perfiles genéricos de máquina suministrados por Fogra como ISO Coated v2 e ir viendo como nos resultan. Siempre habrá tiempo para perfilar la máquina más adelante.

Un saludo.



viernes, 16 de marzo de 2012

Proteger la información

La imprenta genera cientos de gigabytes de información semanalmente. Almacenar y gestionar esta información se convierte en una dificultad creciente, mas cuando hay  que tener acceso de forma habitual a archivos antiguos. En las artes gráficas los trabajos suelen ser repetitivos, o con pocos cambios. Y las fotografías ocupan mucho espacio y formas de compresión como jpg no son recomendables en una gestión óptima de flujo de trabajo.

Normalmente la gestión de tal volumen de datos se realiza de forma deficiente, aplicando usos que eran válidos en los años 90, pero que hoy en día está totalmente desfasados. Es normal todavía el uso de CD  y DVD (lejanos quedan los días de los omnipresentes Zip de iomega) para transportar trabajos e incluso para almacenarlos. Los soportes ópticos no son muy fiables para almacenar información a largo plazo. Un almacenaje con cambios bruscos de temperatura o humedad pueden acabar con los datos fácilmente. Y para llevar trabajos de un sitio a otro, yo usaría llaveros de memoria USB profesionales, con carcasa reforzada y encriptación de datos incorporada.

El disco duro del PC/MAC es tal vez más fiable que los soportes ópticos, pero hay que saber que su vida es limitada, tarde o temprano MUEREN. Un día, arrancarás el ordenador y la pantalla en negro mostrará  algún mensaje tipo hard disk failure con esas letras blancas que recuerdan a los tiempos del DOS. Ese día sentirás un súbito sudor frío por el cuerpo. Un disco duro externo tampoco es buena solución, debido a lo sensibles que son a los cortes de corriente (un sistema SAI sería casi obligatorio para evitar apagones repentinos y la consecuente pérdida de datos) y a que están conectados a los ordenadores y por tanto sensibles a cualquier problema de virus.

Una vez que descartamos la solución de los soportes ópticos y los discos duros, ya sean sólidos o convencionales, más allá del uso normal del pc/mac y el transporte de información, entra en escena la red LAN. Es prioritario disponer de una red en la empresa bien configurada, obligatoriamente gigabit ethernet con transferencias 10/100/1000. Un firewall para filtrar amenazas de internet y un swich profesional.  Las PYME deben de huir del WIFI como de la peste, no aportan la suficiente seguridad hoy en día y son susceptibles de recibir cualquier ataque en busca de datos sensibles de la empresa. Un simple sniffer y un usuario un poco avanzado puede romper incluso claves WPA, WPA2 y no digamos las WEP. La red debe estar bien gestionada por un técnico, con los permisos y restricciones  que sean necesarios. Una red LAN interna abierta también es un peligro, sobre todo en empresas con muchos trabajadores con acceso a terminales. Con más de diez o quince puestos conectados, sería deseable contar con un servicio de mantenimiento profesional.

Una vez montada  la red LAN hay que instalar un sistema NAS, disco duros en red Network Attached Storage, con un sistema RAID 0-5 que realice copias de seguridad por duplicado, triplicado, etc. No existe ningún sistema de almacenamiento digital seguro al 100%, pero un NAS con dos, cuatro o seis discos duros de 2-4TB cada uno debería ser suficiente para una pequeña empresa.

La última solución y cada vez más accesible a la PYME es el almacenaje de datos de forma remota en servidores externos. Contratar un servicio de estas características se está volviendo muy económico en comparación a las mismas soluciones que empresas especializadas ofrecían hace pocos años. Por supuesto, hay que contar con empresas solventes que gestionen nuestros datos, exigir protocolos de transferencia seguros SSL y encriptación de datos almacenados en la nube. Hoy en día reventar una clave AES de 256 bit es imposible, aunque dispongas de un mainframe dedicado a ello. En este caso, hay que contar con software que realice copias de seguridad periódicas y que en caso de desastre total pueda reponer los datos de forma rápida y eficiente. Por supuesto, habría que contar con una conexión a internet los más rápida posible para no eternizar esto, pero hoy en día ya se comercializa banda ancha a 50 y 100 Mb, asimétricas, claro, no se puede tener todo.

Ninguna solución es gratuita. Pero si hay que hacer cuentas, sería interesante pensar cual podría ser el coste de perder seis meses o un año de trabajos almacenados y los problemas que eso acarrearía al negocio.

martes, 13 de marzo de 2012

No se puede empezar la casa por el tejado

Me  pregunto: ¿En qué estado de optimización tecnológica y de gestión se encuentra el sector de la imprenta? Y no escribo sobre instalar un CtP o cualquier otra máquina costosa. Porque no vale de nada disponer de la última tecnología si nuestros trabajadores la usan al 60%.

En la mayoría de los negocios de artes gráficas de España, generalmente microPYMES, aún no se ha implantado un sistema interno de gestión basado en un estándar internacional, por ejemplo el ISO 9001, no digamos un SIGMA o un EMAS. Si perteneces al sector gráfico y no te suenan estas palabras mal vamos. No sé a qué está esperando el sector para darle un vuelco a esto y ponerse al día, porque la verdad es que ya no hay mucho tiempo.

Pretender competir en un mercado nacional e internacional con la simple reducción de costes salariales es simplemente un suicidio. La gestión interna de muchos negocios es un desbarajuste de proporciones descomunales. Modelos que perduran desde los años 60-70 con encargados de taller polivalentes con años de experiencia, pero carentes en muchos casos de conocimientos actualizados que actúan como eje de la organización del sistema productivo. Sistemas piramidales totalmente desbordados por los tiempos actuales: sobres de pedidos que vuelan por ahí llenos de enmiendas y con carencias importantes de datos, prisas, encartes de última hora urgentes, o lo que es lo mismo: trabajos que llegan a máquina y generan costos ocultos cuando el impresor tiene que abandonar el puesto y consultar a diferentes responsables sobre este mismo pedido. Búsquedas de papel por el almacén, ¿lo habrá traído el transportista? No lo veo... Aplicar un sistema SMED sería un buen comienzo.

Creo que la gran carencia del sector gráfico no es precisamente en la instalación de maquinaria. Hasta hace pocos años la adquisición de "torres" de impresión offset crecía a buen ritmo, excesivo, diría yo. Hoy se puede afirmar que aunque ya no se compra ni una décima parte que antes, el parque de maquinaria es relativamente moderno. Creo que el verdadero problema es una gestión arcaica de los negocios de impresión. La falta de formación de los trabajadores. No implantar modelos de gestión interna eficaces. No realizar estudios del coste/hora real del negocio.

Tampoco, y vamos al aspecto meramente técnico, se aplica una tecnología básica en la imprenta, como la aclimatación de los talleres, que es el gran olvidado. Ahorraría muchas horas en paradas de máquina, permitiría reducir la adición de IPA al agua de mojado e incluso desterrar el alcohol de los talleres  y estabilizaría la impresión. Más calidad. Pero nadie aclimata el taller. A veces te encuentras talleres que han comprado una máquina 70x100 y se han gastado 900.000 € en todo esto y están sufriendo variaciones de temperatura de la mañana hasta la noche de hasta 15 grados y humedades relativas de un 40%. El aumento de productividad es mucho mayor con un taller aclimatado que con uno que no lo está, pero generalmente se priorizan otros elementos y se adquiere tecnología de última generación en la producción. Es evidente que lo ideal sería contar con los todos los elementos de la ecuación. Y lamentablemente, pocos talleres realizan mediciones de densidad de tinta y los ajustes de tinteros se realizan a la manera Richard Clayderman, tocando la botonera y gastando maculaturas y tiempo. Y también ,generalmente,  son estos talleres los que siguen aceptando trabajos externos en formato nativo (sí, freehand sigue por ahí, no acaba de morir...) y no saben lo que es un PDF/X y menos un perfil ICC. Más tiempo perdido.  La crisis se los va a llevar por delante, tarde o temprano.

Cual es el negocio: ¿la imprenta? Pues vamos a montar bien una imprenta,
de una vez.
¿Lo haremos?