domingo, 6 de septiembre de 2009

Futuro de la Imprenta


Esto viene a partir de una conversación con una amistad que, en principio, no tiene nada que ver con el mundo de la imprenta, pero sabe opinar, claro está.

En este diálogo comenté que la imprenta estaba sufriendo una etapa de grandes cambios, no todos hacia mejor. Es cierto que el desembarco tecnológico ya llevaba tiempo produciéndose, aunque no con la rapidez de los últimos años. El shock digital se ha producido con toda su crudeza en los últimos tres o cuatro años, sobre todo con el impacto en la pequeña tirada de la impresión digital y la generalización del uso de los programas de diseño por parte de muchos consumidores domésticos. Hoy es de lo más normal que un cliente nos mande su trabajo ya terminado en cualquier formato digital, probablemente desde PC. Esto ha reducido costes en muchos casos, pero ha obligado a adquirir nuevos equipos, seleccionados en el mercado profesional entre una variedad muy grande, excesiva.
A su vez, la gran tirada en imprenta también desaparece, pero por otros motivos. Internet condenó a muerte a las grandes enciclopedias en papel, pero es que el eBook, cuando su uso sea general una vez abarate su precio, va a suponer un terremoto en el mundo editorial. No acabará del todo con el libro "de siempre", pero le puede ocupar de un 40% a un 60% de espacio. Eso es mucho margen.

Es cierto que la parte web de la comunicación gráfica está actualmente de moda, pero yo disiento profundamente de la afirmación de que el papel está sufriendo un rápido declive por este motivo.

La impresión convencional publicomercial se encuentra inmersa en esta crisis tan importante entre otras cosas debido al exceso de parque de maquinaria instalada de forma inconsciente en años anteriores. Como en el sector de la construcción, las artes gráficas vivían una burbuja. Esto también volvió muy ineficientes a la mayoría de las empresas del sector, acostumbradas a una década de explosión económica. Empresas que son demasiado pequeñas para ni siquiera plantearse la exportación hoy en día que el mercado nacional está paralizado.

Las artes gráficas, o industria gráfica publicomercial, ha perdido el carro de las nuevas tecnologías. Un sector tan dinámico anteriormente no ha asimilado que la comunicación gráfica también se realiza en soportes electrónicos. Así, lo normal es que una imprenta de las de siempre se limite a "manchar" papel y no oferta diseño web, edición digital o una combinación de ambas tecnologías, convencional y digital. Es un suicidio a medio y largo plazo. La apuesta hoy en día para sobrevivir, indudablemente, debería ser por el conocimiento.

Lamentablemente, el sector deberá pasar esta etapa y perder la mayor parte de su tejido industrial. Sobrevivirán las empresas más eficientes, en un sector redimensionado al 20-30% del que partimos antes de la crisis económica. No obstante, al papel, según todos los expertos, le quedan veinte o treinta años de vida como soporte de comunicación por múltiples motivos y su introducción social actual.

En cambio, el sector de embalajes está creciendo y aumenta el consumo de papel. El comercio online está en alza y se solicitan nuevos medios de seguimiento de paquetería y materiales inteligentes. Y eso también es Industria Gráfica. En este caso una apuesta de futuro.

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