miércoles, 26 de noviembre de 2014

Obtener colores fidedignos en el escáner

Uno de los problemas más comunes al que nos enfrentamos cuando escaneamos originales es que los colores de la imagen obtenida en pantalla se desvían del original. Esto, en principio, no suele suponer un problema al usuario doméstico, pero cuando de verdad necesitamos colores verídicos, ya sea en tratamiento fotográfico como en gestión documental, tenemos que ir a herramientas específicas de la Gestión de Color.

Las útiles para solucionar cualquier desviación indeseada de un archivo digital obtenido mediante el escáner respecto al documento físico están ahí desde hace tiempo. Están englobadas en la Gestión de Color y, como muchas otras, más o menos, quedan resumidas en una traducción matemática de una radiación visible como es el color. Los archivos que gestionan todo esto son los archivos "ICC" y las cartas de color IT8 la forma de crear estos archivos.

Las cartas IT8 son elementos físicos impresos con parches color y gamas de grises. Estas cartas vienen con una numeración, el nombre, etc. Hay de muchas marcas, X-rite, Monaco, Kodak... cada una puede variar en algo, pero en lo básico son muy similares entre sí. Estas cartas de color se adquieren con un archivo digital de control. Esto es, en un archivo que viene de fábrica se han introducido los datos de esa misma carta de color, medida por maquinaria de laboratorio perfectamente calibrada. Al final, todo se resume en: escaneas la carta de control y mediante un software de cotejo, los datos que ha obtenido tu equipo (que no dejan de ser fórmulas matemáticas) se comparan con los datos totalmente fiables de ese archivo de control. El programa se limita a corregir los desvíos que detecta y te genera un archivo ICC de tu escáner. Solo servirá para tu escáner, para ningún otro, porque está personalizado. De esa forma, aplicando en un programa de edición como el Photoshop ese perfil ICC de una imagen obtenida por el escáner, podrás estar seguro de que mantendrás la verosimilitud colorimétrica.

Vamos con un ejemplo práctico. Yo tengo una IT8.7/2 de Monaco Systems:

IT8.7/2 de Monaco Systems

Para el software de cotejo, podría haber seleccionado uno comercial, pero yo soy partidario de potenciar el  software libre. Además, contamos con uno de primera calidad como es el Roughprofiler, de José Pereira, totalmente gratuito. Si nos lo bajamos y lo instalamos en nuestro sistema, veremos algo así (también existe versión para PC):

Ventana principal del Roughprofiler

Escaneamos la carta IT8 con nuestro escáner, poniendo especial cuidado en realizarlo sin ningún tipo de gestión de color por parte del escáner o el resultado no será válido. Desmarcamos todas las opciones y con eso debería de ser suficiente. Esta es la ventana de mi escáner, pero esto varía en cada equipo. Es importante que el formato de archivo de imagen sea uno sin pérdida, en este caso el TIFF es ideal. El JPG no serviría:

Ventana de opciones del escáner

Una vez que obtenemos el archivo TIFF, hay que retocar el punto blanco y el punto negro en el Photoshop o cualquier otro programa de retoque. Es importante que los valores sean  255 en el blanco y 0 en el punto negro, no me voy a alargar en ese aspecto porque daría para un artículo completo. Con saber que no es complicado y es muy  relevante para que el resultado final sea el óptimo, me sirve. Yo suelo usar la herramienta niveles y los cuentagotas, aunque existen otras formas mejores con máscaras de capa y demás.

Una vez pasamos el archivo escaneado al Roughprofiler, veremos algo como esto:

Roughprofiler con la carta IT8 cargada

Si no contamos con los archivos de control, habrá que obtenerlos de la página oficial del fabricante de la carta IT8. Si no contamos con estos archivos, será imposible hacer nada. En este caso, Roughprofiler tiene almacenados por defecto bastantes archivos de control, pero puede suceder que no disponga justo del nuestro. En ese caso, nos tocará rebuscar el cd de la carta de color o hacer de detectives en google. Si es así, habría que introducirlo en Reference File.

Luego, es sencillo. Escogemos el algoritmo de salida, yo suelo usar el Lab cLUT, da menos problemas con diferentes programas, aunque hay más y todos son válidos. Generamos el Ti3 y después de ese proceso, el archivo ICC.

Lo único que tenemos que hacer es instalar ese archivo ICC en el Colorsystem de nuestro mac o en la carpeta de archivos ICC de Windows o Photoshop y ya estará disponible como nuevo espacio de color.

Cuando abramos cualquier imagen obtenida  por ese escáner concreto, independientemente de en que formato de archivo esté (JPG, TIFF, PNG, BMP, etc) seleccionaremos ese perfil ICC que mostrará el nombre que le hayamos puesto en el momento de su origen, en este caso, en el ejemplo para distinguirlo bien pone CartaIT8, pero realmente tendrá el nombre que vosotros le hayáis puesto:

Asignación de perfil en Photoshop
Hay que comprobar en pantalla que los colores son los adecuados. Y ahí entra el perfilado del monitor, lo cual ya no es misión de este artículo, pero será el destino inevitable si deseamos continuar el círculo de la gestión de color. En ese caso, necesitaríamos un colorímetro y media hora de tiempo.

En el caso de que quisiéramos imprimir estos archivos,  también habría que realizar un perfilado de la impresora para que los resultados fuesen los deseables. En realidad, el fin último de todos estos procesos de gestión de color es que los resultados sean iguales, independientemente de la impresora o monitor donde se impriman o visualicen.

Si queremos comprobar de forma gráfica que el perfil de color está instalado, podemos ir a la utilidad ColorSync y observar el perfil generado. En la muestra fotográfica, podemos ver el ICC de mi pantalla de ordenador calibrado con la gama de color reproducible representada en una forma poligonal en tres dimensiones.

Visualización 3D del perfil ICC generado


Un saludo.

Iván Rodríguez Cortés



viernes, 14 de noviembre de 2014

Formatos de impresión tipográfica

Un pequeño repaso a un sistema de impresión que con los años ha ido desapareciendo de las imprentas, hasta encontrarse hoy en día englobado entre los “oficios muertos”. Últimamente ha resurgido como una moda postmoderna venida desde USA y con un marcado carácter vintage. Creo que es una forma de rehabilitar una tradición muy antigua, aunque sutilmente diferente al viejo oficio ejercido por los maestros nacionales que bregaron con las viejas hispania de tímpano oscilante. 


A  diferencia de su etapa industrial, de la cual no hace tanto tiempo como podría parecer, hoy en día son los estudiante de bellas artes los que han retomado las viejas técnicas. Yo tuve la suerte de aprender tipografía durante mis estudios de artes gráficas con Esteban, profesor del politécnico de Atxuri, en Bilbao, y posteriormente, trabajar con un tipógrafo e impresor que amaba su oficio, Francisco Sanz, de Basauri, fallecido ya  hace años. Entre los dos me enseñaron todo lo que sé de esta técnica. Visto desde la distancia, creo que mi obra cumbre con ella, la tipografía, aunque entonces no lo supe,  fue  una carta de restaurante completa a cuatro colores en papel reciclado, aunque tengo que admitir que muchos motivos se hicieron en polímero debido a su complejidad. Ahora no sería capaz de hacerlo, estoy muy oxidado con la vieja heidelberg de aspas.

Lo más conocido por la gente, lo que le viene a la cabeza cuando le hablas de una imprenta son los tipos móviles, probablemente por efecto de las películas y los estudios sobre la imprenta en la escuela, que se limita a Gutenberg y poco más. Aquí tenemos el ejemplo de una tipografía distribuida en un cajón de chibalete, que es el armario donde se guardan los tipos de plomo:

Tipos en su cajón de chibalete

Aquí tenemos un ejemplo de impresión tipográfica tradicional montados en la rama y apoyados sobre una pletina, que es una herramienta indispensable en un taller tipográfico. Normalmente, se usaban cuñas y lingotes con medidas propias, como el punto y el cícero (12 puntos):

Forma montada en su rama


Ahora, un formato nuevo. La linotipia. No son tipos móviles ni polímeros, son líneas completas de aleación de plomo.

Líneas montadas en la rama, mediante cuñas

Si encontramos este tipo de impreso, muy usado en los libros antiguamente, probablemente tengamos en las manos un impreso realizado antes de los años setenta. Dejo aquí un vídeo sobre la linotipia que, aunque está en inglés, es bastante ilustrativo:


"Linotype: The Film" Official Trailer from Linotype: The Film on Vimeo.

Actualmente, no conozco ninguna linotipia activa en Euskadi. La última se desmanteló en la Escuela de Artes Gráficas de Bilbao y tuve la oportunidad de trastear brevemente con ella en los años noventa, durante mis estudios de artes gráficas, aunque ya no formaba parte del temario. Lo cierto es que insistimos mucho y la encendieron para nosotros. Era una pieza de museo, pero funcionaba perfectamente. Había pocos profesores que pudiesen manejarla con soltura todavía; era fantástico ver aquel ingenio mecánico justificar y elaborar líneas de texto de aquella forma. Actualmente ya no está porque la desmantelaron hace años. En el ejemplo de líneas montadas, se puede ver la diferencia con el polímero que pongo en fotografías de más abajo, en un trabajo de edición, aunque el producto final es muy similar, que no igual.

Linotipia

Ejemplo de impresión con polímero. Aquí vemos la forma, el adhesivo pegado sobre una pieza de aluminio,  sujeta en su rama, en pleno entintado. Si nos vamos a encontrar algo de impresión tipográfica reciente en cualquier impreso será al 90% de este tipo. Quiero hacer notar las limitaciones de la tipografía en ciertos trabajos. Aquí le han acoplado un cilindro batidor metálico a los rodillos de goma. Probablemente, tenían problemas de uniformidad en el entintado de la imagen:

Polímero en minerva, entintándose


El fotopolímero es una capa plástica fotosensible que se obtiene en una insoladora UV con el motivo que nos parezca. Más tarde, el polímero se adhiere sobre una base y se sitúa en la rama. Son muy similares a las planchas flexográficas, que también se realizan sobre polímero. Su superioridad tecnológica sobre el material tradicional en plomo es evidente, porque estas “formas” se pueden generar desde un ordenador mediante composición totalmente digital. Antiguamente, dibujos complejos o diseños de logotipos  como el de la fotografía superior había que grabarlos a mano, realizar moldes o tallarlos en madera. Encarecía mucho el producto final. Por eso normalmente los trabajos tipográficos se limitaban a composiciones de texto, con diferentes cuerpos y tipografías.

Un ejemplo de un trabajo de edición muy similar al de la linotipia de más arriba lo tenemos aquí:
 
Fotopolímero


En muchos impresos podemos observar numerados. En la impresión de seguridad se usa mucho, sobre todo en los cheques, aunque actualmente se realiza a láser. Hace años los numerados se elaboraban en tipografía con las numeradoras. En tipografía se las reconoce fácilmente porque el cambio de número se produce por presión, generalmente ejercida en el símbolo del "Nº" Cambian de número cada vez que el tímpano de la máquina impresora, una máquina de aspas o una plano-cilindro, presiona el símbolo del Nº, que también sale impreso. Aquí se ve perfectamente:

Numeradora tipográfica

 Aquí trabajando en una minerva de aspas:


La necesidad de numerar los impresos una vez llegó el offset a las imprentas hizo que surgieran nuevas técnicas de numerado. La numeradoras que se usan en offset son diferentes. El mecanismo de cambio de dígito es a través de un brazo incorporado a la numeradora. Éste pasa por un brazo acoplado a la máquina de impresión y que mediante un mando cambia o no, según decida el técnico de impresión.

Numeradora de máquina offset

Sin embargo, la impresión también es mediante presión y genera un relieve en el papel. La calidad de impresión es menor que en las numeradoras tipográficas tradicionales ya que aquí no se pueden realizar "arreglos" en la cama de impresión ni calzar, la impresión se ejecuta sobre el cilindro impresor de la máquina de impresión. Las numeradoras usadas en offset llevan un módulo de entintado independiente de la máquina y van en series de dos, cuatro, seis o más.

Un saludo.

Todas las fotografías son royalty free y  tienen permiso de reproducción con el único límite de no estar destinadas a un fin lucrativo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Comprobar color con el Delta E

Una de las formas técnicas más interesante para evaluar la diferencia de color entre un original y una imagen reproducida, es mediante el Delta E, ΔE*. Más allá de la valoración visual, que genera un juicio demasiado subjetivo, existen formas normalizadas  de determinar la calidad de un impreso respecto a una prueba de color.


Habría que recordar primero el "patrón" general que regula todo el mundo del color y su gestión. Esa base, es el CIELAB, más concretamente el CIE 1976 L*a*b*, una evolución del primer CIE, el CIE 1931 XYZ. ¿Y qué es el CIELAB? Es el espacio de trabajo del color con el cual vamos a trabajar y cuyos límites son el el rango de color que el ojo humano es capaz de percibir. 

No vamos a extendernos demasiado en sus fundamentos científicos porque no es el destino de este artículo, pero debemos entender algunos conceptos. A principios del siglo XX no existía una forma normalizada de describir el color, ¿cómo explicas un color rojo al alguien? Pero esta comunicación era necesaria, sobre todo en el ámbito industrial. De alguna forma había que definir los diferentes colores para, por ejemplo, comprar una pintura determinada. Existían las muestras de color, sí, pero no se contaba con una base general, su uso era heterogéneo y sin ningún fundamento científico. La industria audiovisual exigía a su vez modelos confiables, pues, comenzaba el cine a color. Era necesario desarrollar un modelo cromático común para todas las naciones. Por eso, este modelo fue desarrollado específicamente por la Commission Internationale d'Eclairage, Comisión Internacional de Iluminación, fundada en Viena en 1931. Es la que da nombre al modelo, con la iniciales CIE.  La segunda parte, l*a*b* serían las medidas numéricas para colocar un determinado color en el espacio tridimensional del modelo CIELAB, porque este modelo tiene tres dimensiones.


Espacio CIELAB

Este es un sistema perfecto para traducir el color a un sistema matemático que los sistemas informáticos, las cámaras, los escáner, monitores  y cualquier software de tratamiento de imágenes puedan entender.

Pues bien, entendido el concepto del CIELAB, entramos a explicar cómo encontrar la diferencia de color entre una reproducción y su original, el Delta E. Me voy a referir única y exclusivamente en este artículo a la medición del color mediante densitómetros/colorímetros de reflexión. Hay otra forma de medir la diferencia de color en monitor, con originales digitales, como el DigitalColor Meter, que viene incorporado de serie en  el Mac OS, pero en ese caso entraríamos en un terreno en el cual deberíamos de haber calibrado los dispositivos de entrada y trabajar con formatos de color LAB y no RGB. No es el caso de este artículo. Cualquier medida en ese caso podría ser  errónea por múltiples motivos.


http://colormine.org/delta-e-calculator/cie2000

 

La diferencia entre dos muestras de color, repetimos, se le conoce como el ΔE o lo que es lo mismo el error delta o el “delta e”. En realidad lo que se está haciendo es medir la distancia entre puntos de los dos colores  en un espacio tridimensional, el CIELAB. Para ello, existen diferentes algoritmos que se han ido mejorando a lo largo de los años desde el inicial. Actualmente, el más avanzado es el CIE 2000, asimétrico, que no se limita a realizar una medición matématica entre dos puntos del espacio tridimensional, sino que es más similar a la visión humana y por lo tanto tiene en cuenta muchos más factores que el elemento "distancia". El Delta E CIE 76 se sigue usando, pero sus valores son diferentes, como en este ejemplo que adjunto de una calculadora Delta E:

  

Habría que realizar una medición del color original con la función Delta E del espectrofotómetro, esto arrojaría una cifra, en realidad su posición en el espacio de color, volveríamos a realizar otra medición sobre el color a comparar y la diferencia entre estas dos cifras, sería el valor útil de diferencia ΔE* de la medición.


Está normalizado que una diferencia del Delta E entre dos colores superior al valor 4-5 se considera como mala y normalmente inaceptable si queremos igualar un color. La norma ISO 12647-2 es la que gestiona todos estos valores. El ojo humano no detecta diferencia con una diferencia delta de 1 o 2, pero con 3 y en determinados colores, como el color de la piel o el gris, comienza a ver una sutil diferencia de tono.

Un saludo.


Bibliografía: La imagen gráfica y su reproducción, ediciones CPG, jpereira.net, Introducción a la densitometría, GCA Graphic Communication Associaton

viernes, 24 de octubre de 2014

Uso de los blanqueantes ópticos en el papel de seguridad


La  mayor competencia entre las empresas papeleras, agravado por la crisis, ha provocado en los últimos tiempos que la presión de abaratar costes haya repercutido en la calidad del papel. Una de las forma de bajar el precio de un producto como este es conseguir acortar el proceso de fabricación que en este tipo de producto son largos y lleva implícito un alto precio medioambiental debido a los compuestos químicos usados en la fabricación.  Como uno de los parámetros básicos de percepción de calidad de cualquier papel es su nivel de blancura, y es lo que más cuesta conseguir, es fácil deducir por qué los blanqueantes ópticos han aumentado su presencia en las cargas de prácticamente todos los papeles comerciales.


Cuando un pliego de papel no refleja la luz, es que es transparente. Evidentemente, esto no es así en la mayoría de los casos, pero existen grados de opacidad. La opacidad es una especificación importante de la calidad de un papel. Tenemos la opacidad de un 100% en el caso de un cartón de embalaje y un 60% en un papel de periódico. Pero volvamos al concepto. Realmente, lo que vemos cuando observamos una hoja en blanco es la luz que ésta dispersa y esto es algo importante si queremos entender lo siguiente.

Los blanqueantes ópticos, Agente de Abrillantamiento Óptico, OBA, son unos compuestos que se añaden al papel para aumentar su blancura (también al detergente de limpiar la ropa) Son baratos, no son tóxicos y consiguen un blanco prístino en los pliegos de papel. Son compuestos orgánicos derivados del ácido estilbénico y aunque existen más  éste es el más común. Su forma de actuar es absorber la radiación UV (370nm) y reflejarla en forma de luz visible con matices azulados (435nm) De esta forma consigue engañar la visión y, al añadir azul a la reflexión natural,  generar un blanco más puro debido a la mezcla y a la mayor cantidad de emisión de luz visible que la que reciben. Un efecto colateral es que brillan ante una iluminación UV intensa. En la práctica, y para que lo entendamos, ves un papel amarillento mucho más blanco de lo que realmente es.

El papel de seguridad no lleva OBA. Nunca. De otra forma, los lectores OCR se volverían locos y muchas medidas de seguridad basadas en la reflexión de la luz UV como las tintas luminiscentes  se verían afectadas o directamente perderían todo el contraste. Así que de rebote, comprobar si un papel lleva OBA se ha convertido en sí mismo en un filtro de control, porque los papeles comerciales, hoy en día,  llevan casi todos. 

Adjunto una foto para comprobar la respuesta de tres tipos de papel ante un iluminante UV. El papel central es de seguridad, por lo que se mantiene oscuro. Se ve fácilmente.

De izquierda a derecha, papel de 115 gr estucado mate, papel de 105 gramos OCR y papel de 100 gramos sin estucar.

 
Pero tampoco habría que confiarse del todo. Si pides a la fábrica papel sin blanqueante óptico, te lo suministra sin problemas. Suele ser un punto  más amarillento que el convencional y más caro, pero se usa cada vez más para la impresión de documentos que van a ser digitalizados.

Hay que añadir que los compuestos OBA se degradan, van perdiendo cualidades con el tiempo. Cuando esto sucede, se puede apreciar el tono amarillento del papel que hasta entonces estaba oculto debido al efecto óptico de los compuestos. Es un tono muy característico que no hay que confundir con el del papel ácido, usado antiguamente y que debe a su tono al ácido clorhídrico usado masivamente en el siglo XIX y XX para el blanqueado de la pasta de papel y a la deficiente eliminación de la lignina de la madera.

Iván Rodríguez Cortés
Perito Judicial en Documentoscopia

domingo, 13 de julio de 2014

Guía de Comunicación Gráfica

Una guía de indispensable lectura para situar a la Imprenta en la nueva Era del Conocimiento. La considero de lectura indispensable.

Falsa modernidad y crisis, Futuro de la Imprenta III

«Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» 
Joseph Goebbels

Con una falsa decisión de modernidad, un pretexto, dejaron de emitir facturas en papel y las situaron como servicio opcional, en muchos casos con un alto coste de expedición, en torno a los 1,21€ por factura. ¿Qué sucedió? Pues, que 13 millones de españoles sin acceso a internet o aún disponiendo de éste no contaban con los conocimientos adecuados, vieron vetados sus derechos de información.


La nueva Ley de protección a los consumidores ha solucionado esto: Las facturas se emitirán sólo en papel, a no ser que el consumidor dé su consentimiento para recibirla en formato electrónico, y serán gratuitas. Y solo tras años de presión de la UE, que obligaba a realizar esto mismo desde 2011 a través de una directiva.

No creo que el papel esté situado en un segundo plano. Más bien creo que es la distribución digital de contenidos el que recorre la travesía del desierto, pronto pinchará la burbuja que se ha creado a su alrededor.

Y vamos a dejarnos de modernismos. Si un comercial viene a realizarte una visita y no trae ni una triste tarjeta, es que no es serio, mucho menos si empieza a mandarte "guasap" o "e-mail". Lo que tiene que hacer es entregarte una tarjeta y un catálogo con sus productos, o por lo menos un triste tríptico. De lo contrario sus correos, junto con muchos otros, habrá que condenarlos al spam. Ya no me vale que me meta el iPad por los ojos, lo tengo muy visto.

Yo realizo muchos cursos y estoy harto de que los apuntes se entreguen em   PDF y no exista soporte  en papel. Odio leer PDF de 470 páginas. Y no me considero anticuado. Tengo tableta de 10', portátil, eReader de 6' y sobremesa. Pero la retroiluminación me fastidia la vista si la lectura se alarga mucho tiempo y en seis pulgadas los textos técnicos se ven de pena en eInk debido al tamaño, menos si es PDF, con fallos críticos en el reflujo de datos si comparamos con formatos como ePub o FB2. Y como yo debe de pensar medio EE.UU. Porque según los últimos datos la venta de revistas digitales se está desplomando a través de Google Play y la App Store. El coste de enriquecer estos formatos dispara el precio final de los contenidos y los compradores no están dispuestos a pagar precios altos por distribuciones digitales. En algunos casos, los datos de ingresos por la edición  digital están por debajo del 1% de la edición en papel.

En realidad, imprimimos más volumen que en los años noventa. La crisis de las artes gráficas viene por el exceso de maquinaría de última generación instalada y la atomización del sector, por lo menos en España. Hoy en día, una máquina moderna hace los mismo que tres o cuatro de las más antiguas, con ajuste a "llave" y entintado manual. Estamos entrando en la Era Robótica y el incierto  futuro del desempleo tecnológico.

El problema es que llevamos viviendo en crisis más de seis años y creemos que la demanda del mercado responde a parámetros normales, y no es así. Es una etapa de transición hacia un nuevo modelo. La economía española está gripada y la imprenta es la primera que sufre esto. Lo que pasa es que está depresión, seamos claros, está durando un huevo. Cuando la economía se recupere, mucho trabajo volverá a los talleres. ¿Tarde para muchos? Sí. Con las empresas agotadas económicamente, también. ¿Con posibilidad de realizar inversiones?, lo dudo, por lo menos a medio plazo.

Puedo aceptar que los libros en papel y los periódicos están ya con un pie el otro mundo, pero mucha culpa la tiene un formato obsoleto que no se ha renovado en décadas. A pesar de todo, el libro físico sobrevivirá muchos años todavía, con tiradas más limitadas, conviviendo con la edición digital.

Por lo tanto, el que deja deja de comprar revistas en el kiosko es porque no está dispuesto a asumir el gasto que esto supone, no porque se la compre en versión digital. Ya han pasado cinco años y ya lo sabemos. Ya tenemos datos y sabemos lo que está pasando. Con esto no quiero decir que no haya que invertir en nuevas tecnologías de distribución, sino que hay que hacerlo con cabeza y conociendo sus límites y hoy por hoy, entendiéndolas como un complemento al soporte impreso. "Publishers Begin to Abandon Apple Newsstand" según afirma  Michael Kozlowski en su artículo (en inglés), lo que viene a ser que los editores comienzan a abandonar la App Store.

Otra cosa, repito, son los libros y los periódicos, esos productos van aparte y su destino no es nada halagüeño, aunque muy lejos de las catástrofes que nos auguraban hace cinco años, eso también es cierto.

Por supuesto, como siempre me gusta añadir, es mi opinión. Un saludo. 

sábado, 10 de mayo de 2014

Diferenciar sistemas de Impresión

Al hilo de un curso de pericia documental que estoy realizando, me parece interesante escribir un artículo sobre diferenciación de sistemas de impresión. En este caso, he escogido tres sistemas: huecograbado, offset y chorro de tinta.


A primera vista es complicado detectar la tecnología en qué está impreso un producto determinado. Nos podemos guiar de forma inicial por el soporte. Si es embalaje flexible o packaging, es más normal que la forma de imprimir sea la flexografía o el huecograbado. No obstante, los avances en impresión de los últimos años nos lo ha hecho mucho más complicado. El huecograbado ha dado un salto cualitativo en calidad, en el offset ha entrado con fuerza el tramado HD y la flexografía, el hermano pobre de las artes gráficas, ha pegado un salto tremendo con la introducción de los CtP en su sistema de preimpresión, entrando en la era de la HDFlexo. La impresión digital, que no acaba de encontrar un nicho cómodo, tal vez más extendida en la industria publi-comercial de pequeña tirada sobre papel y en el gran formato, intenta introducirse en todos los mercados.

Vamos a entrar en detalle. Tenemos dos fotografías de una impresión en huecograbado de alta calidad. Es el sistema que más terreno pierde a manos del offset y la HD Flexo debido a su alto coste, válido solo para grandes tiradas. Recordemos que en este sistema, la tinta es transferida al soporte impreso en un  proceso entre el cilindro de impresión y el cilindro de contrapresión. Para ello, el cilindro de impresión se sumerge rotando en un tintero, uno por cada color siguiendo el sistema de cromatografía. Esta tinta penetra en los alvéolos del cilindro de impresión y el excedente de tinta es retirado por un fleje de acero y cuando el papel pasa a través de este cilindro y el de presión, la tinta es transferida al soporte. Es necesario superficies bastante lisas para que el sistema sea óptimo.

A simple vista es imposible detectar las marcas de estos alvéolos de transferencia de tinta, sobre todo si el impreso es de alta calidad, en este caso analizamos uno en FM, pero aplicando los aumentos adecuados, podemos detectar estas marcas. En los bordes de las letras se distingue perfectamente esto:



Incluso en los colores que deberían ser casi planos se detecta un tipo de tramado, secuela del sistema de transferencia de tinta. Otro detalle que lo diferencia del offset es que las tintas son menos opacas y los colores se suman. No obstante, el huecograbado es el sistema que actualmente mayor calidad de impresión consigue. Colores más vivos, tiradas enormes sin desgaste de planchas... El huecograbado es el Boss de las artes gráficas. Pero es caro.

Pasamos al offset. He decido poner unas fotografías de un color similar al de la muestra del huecograbado. En este caso, la impresión sería en tramado AM a 240 lpp, sobre un Maine Club de 250 gramos, en una muestra CMYK de un Pantone 349. Actualmente es la tecnología que más definición consigue:


En este caso he usado más aumentos. Se puede apreciar el borde característico de la repulsión agua-tinta, pero la nitidez es mucho mayor. No hay ni rastro de las marcas de los alveólos característicos del huecograbado.

Ahora vamos con una impresión en chorro de tinta de seis colores de una Epson. La calidad del papel es brillo en 150 gramos. He usado una imagen en color verde similar a las anteriores:




En un primer instante, vemos cierta similitud con la muestra en huecograbado. Eso es porque la muestra del primero es en tramado aleatorio FM y la impresión de chorro de tinta usa un sistema similar, pero en el que un cabezal va depositando gotitas de tinta según la imagen sea más o menos densa. En la segunda fotografía, se pueden observar que en el tránsito de la zona impresa a la no impresas, las marcas de las gotas de tinta, cuando debería ser una línea limpia. La impresión en chorro de tinta siempre va a generar esas transiciones de zonas con tinta a zonas sin ésta.

Un saludo.

Más información: Diferenciar sistemas de impresión, y van Dos


jueves, 13 de marzo de 2014

Reciclando

En el reciclaje de papel se usan varios  procesos  con el objetivo de recuperar el papel ya utilizado para volver a transformarlo en nuevos productos.  Existen tres fuentes de papel que pueden utilizarse como materia prima para el reciclado: triturado, restos de papel sin usar y papel usado. El papel triturado, del color blanco original,  son la típica pérdida de la fabricación en la misma fábrica, y se reciclan de forma especial y bastante sencilla en una fábrica de papel. El papel sin usar es material que ya ha pasado por la fábrica de papel y que han sido rechazado por diferentes motivos antes de estar preparados para el consumo, también mantiene su color blanco original. Los desechos usados son materiales de papel ya usados, con tinta,  que el consumidor tira al contenedor adecuado; cualquier revista, libro, periódico,  material de oficina, etc.

Con el reciclaje conseguimos alargar la vida de la pasta de celulosa y conseguimos generar todo un ciclo de aprovechamiento de las fibras; en este ciclo,  la aportación de fibra virgen  a partir de madera es imprescindible  para mantener las características del papel. Esto es debido a que al volver a generar una pulpa de papel a partir de papel usado, las fibras se rompen y la hoja pierde integridad estructural.

En el  informe sobre la sostenibilidad del sector papelero elaborado en España  por Aspapel, se detalla que se recoge un 71,9% del papel usado y se reciclan  alrededor de  5,1 millones de toneladas de papel, evitando de esta manera la emisión a la atmósfera de 4’1 millones de toneladas de CO2. Estas cifras sitúan a nuestro país en cabeza de los países que lideran el reciclaje de papel en la Unión Europea.

Generalmente, el destintado del papel usado se realiza mediante un método denominado destintado por flotación. En este proceso, realizado en unas celdas, la tinta oleosa migra del papel a la superficie una vez que se desprende. Esto es así en los papeles impresos mediante offset convencional, que actualmente  es la gran mayoría. Todo este conglomerado industrial a creado una asociación:  INGEDE (Asociación Internacional de la Industria de Destintado)

El problema surge con la impresión flexográfica con tintas basadas en agua y la impresión digital, sobre todo en los procesos en los que se usa inkjet y tóner líquido, como en la HP Indigo.

HP Indigo tiene un problema importante y debería ser un tema a valorar al estudiar la adquisición de este tipo de maquinaria y es el destintado de los impresos, bastante complejo. Tanto que actualmente se consideran residuos especiales. Y eso a pesar de que HP ha desviado mucho dinero a la Digital Printing Deinking Aliance para subsanar esto, pero no han obtenido soluciones viables y, sobre todo, económicas a medio y largo plazo. Todavía están con sistemas de destintado muy preliminares que no son comerciales, según se explica en el PTS Deinking Symposium, celebrado en Munich recientemente. E incluso así, están dirigidos a impresión convencional de chorro de tinta, problemática en su destintado, pero en vías de solución a corto plazo. Los sustratos impresos en la Indigo todavía son más complicados de reciclar debido a las peculiaridades de la electroink. Actualmente, el tope de este material en mezcla con otros residuos "convencionales"no debe de superar el 5% del total, pues, supone un riesgo de contaminar la totalidad de la carga.

La legislación cada vez se va a volver más dura con el tema del reciclaje, así que es probable que en poco tiempo y si no se soluciona el tema, muchas imprentas deban de pagar incluso una tasa por impreso para costear la destrucción posterior del mismo.

La opción actual ante la incertidumbre es clara, no adquirir HP Indigo. Sobre todo existiendo opciones que, a igualdad de precio, tiene ese tema más que solventado. Tanto en impresión digital, el tóner se puede separar fácilmente del papel, como en offset convencional.


Un saludo

viernes, 17 de enero de 2014

Conectar con el futuro en la imprenta...¿o es el presente?

TIC, nuevos materiales inteligentes, interacción papel/digital... Están de moda. Sí. Hablar y escribir sobre todo ello. Pero...todo no es de color rosa con este tipo de tecnologías de transmisión de información...


Para empezar, los códigos QR son horribles. No están pensados para el uso que se les está dando. No son más que códigos de barras vitaminados. Su función lógica y original está en la logística y el almacenaje. De rebote ha llegado al mundo gráfico, pero les veo poca vida por lo feos y molestos que son. Mucho más recorrido tienen los NFC/RFID. Más fáciles de usar e invisibles. Apostaría por esto último.

Edición digital, sí, aunque... Otro problema que sufre la imprenta es que somos la parte final de la cadena. Esto es, normalmente nos llegan los trabajos ya finalizados, en formatos cerrados. Te mandan los PDF y los imprimes. Punto. La elaboración de contenidos interactivos estaría en este caso en manos de las agencias de publicidad. Para poder ofertar este tipo de tecnología, debes de controlar el diseño, la maquetación y la elaboración de contenido dinámico en HTML. Y hasta cierto punto, algo de marketing. Casi estamos en un nivel editorial si controlas todo esto. La MPYME gráfica en España es un átomo. Como mucho diez personas. Es MUY complejo introducir esta tecnología con este tamaño empresarial.

Se puede hacer, de hecho hay empresas jóvenes que lo están haciendo de cero. Con pequeños clientes que quieren introducirse a pequeña escala en mercados locales. Hace falta nuevas disciplinas y conocimientos dentro del negocio: diseño, programación... Pero los viejos "cow boys" del gremio son refractarios al cambio, así que antes preferirán morir con una "manroland" humeante en cada mano antes que dar el salto...

Y un apunte sobre la Realidad Aumentada. Ya había seguido el tema. Me parece interesante, pero está muy limitado por el hecho de que sea una aplicación la que lo lee (¿tal vez google glass?) En el mundo en que vivimos hoy en día, NADIE GASTA MÁS DE UN MINUTO en centrar la atención el algo, lo que sea... Leer una revista, detectar el logo de AR de un artículo con cierto interes, sacar el móvil, bajarse la aplicación o abrirla y ¡plink!...ya llega el metro, el instante ha pasado,  lo guardas todo en el bolso y te olvidas de ello para siempre jamás.

Bueno, resumiendo. Estas tecnologías están bien. Son el futuro. Pero hay que tomarse las cosas en serio y apostar fuerte y conocer sus limitaciones. Cambiar la mentalidad y ofertar servicios imprenta/web/interactividad papel/digital que tardarán en aportar un plus a nuestra facturación. Eso no se hace en tres días. Y menos, con cuatro duros euros.

Vuelvo a machacar con lo mismo, esto son tecnologías de equipos multidisciplinarios y cuesta arrancarlos, tanto en tiempo como en coste económico y es necesario un tamaño crítico de empresa que haga viable el proyecto a medio y largo plazo.

Un saludo.

lunes, 13 de enero de 2014

Quiero abrir una tienda online en mi imprenta...

Bien, pero...
 
Abrir una tienda online no es fácil. Primero, es muy complejo. Y caro. Pero no es lo más difícil del proceso. Segundo, lo más laborioso es disponer de una organización detrás de la pantalla de ordenador que sea capaz de entregar un trabajo en tres o cuatro días como máximo y además, sea capaz de repetirlo al cabo de dos meses con las mismas características de calidad y color. De lo contrario, toda la inversión será un lastre con un retorno imposible a medio plazo. Piensa que una tienda online decente parte de 5.000-7000€ y generalmente necesita un hosting dedicado. Al principio, tal vez puedas racanear y la montes en uno compartido, incluso en tu mismo negocio en un servidor, pero con el tiempo...


Para lo primero. Yo me olvidaría de los proyectos desde cero. Me lanzaría de cabeza hacia un CMS. Yo apostaría todo a Prestashop y a un buen equipo desarrollador bajo esa plataforma. Magento es muy buena opción, pero es más cara y exigente en el aspecto de formación. Después, me gastaría los cuartos en formar a un par de personas del equipo de la imprenta en atender diariamente la tienda online. Diariamente, repito, mañana y tarde. Aunque sea a mirar telarañas virtuales en los buzones...

Para lo segundo. No sé como está organizada tu imprenta. Pero como mínimo necesitas algún tipo de gestión basada en una ISO 9001. Ojo, no digo que tengas que tener la certificación, sino que la organización esté basada en este protocolo. He visto empresas certificadas caóticas y otras bien organizadas sin un atisbo del sellito ese que ponen en todas partes. Por eso ya no me fio. Y es necesario un flujo de trabajo predecible. Podemos hablar de JDF o cualquier cosa, pero que con tres teclas sepas en todo momento en qué estado se encuentra el pedido, en que máquina, si hay papel, etc. Y algo muy importante es contar con repetibilidad colorimétrica. Y eso se consigue con formación en Gestión de Color y equipos de control de color en línea en la producción. Un CIP3 ayuda mucho. Depende que máquina se puede instalar desde cero. Aquí ya hablamos de inversiones más fuertes, un mínimo de 25.000-30.000 €. Pero hay que hacerlas, claro, queda fatal mandar dos trabajos iguales a un cliente con un intervalo de tiempo determinado y con diferencias notables en el color.

Es mi opinión. Con una tienda online, el nivel de exigencia de organización dentro del taller se vuelve más duro. Por eso todo el mundo no tiene una tienda online, es evidente. Aparte de que a muchos gerentes este pequeño esbozo que he escrito aquí les suena a ciencia ficción. Y si no lo haces así, será un lastre más en cuenta de resultados. No te incluyo el coste del marketing, porque eso ya es para darle de comer aparte... Bueno, que si te sale bien, has dado en el clavo, pero la panacea no es. Al principio no entran ni las moscas, pero si eres persistente...

Un saludo.