Bien, pero...
Abrir una tienda online no es fácil. Primero, es muy
complejo. Y caro. Pero no es lo más difícil del proceso. Segundo, lo más
laborioso es disponer de una organización detrás de la pantalla de ordenador
que sea capaz de entregar un trabajo en tres o cuatro días como máximo y
además, sea capaz de repetirlo al cabo de dos meses con las mismas
características de calidad y color. De lo contrario, toda la inversión será un
lastre con un retorno imposible a medio plazo. Piensa que una tienda online
decente parte de 5.000-7000€ y generalmente necesita un hosting dedicado. Al
principio, tal vez puedas racanear y la montes en uno compartido, incluso en tu
mismo negocio en un servidor, pero con el tiempo...
Para lo primero. Yo me olvidaría de los proyectos desde
cero. Me lanzaría de cabeza hacia un CMS. Yo apostaría todo a Prestashop y a un
buen equipo desarrollador bajo esa plataforma. Magento es muy buena opción,
pero es más cara y exigente en el aspecto de formación. Después, me gastaría
los cuartos en formar a un par de personas del equipo de la imprenta en atender
diariamente la tienda online. Diariamente, repito, mañana y tarde. Aunque sea a
mirar telarañas virtuales en los buzones...
Para lo segundo. No sé como está organizada tu imprenta.
Pero como mínimo necesitas algún tipo de gestión basada en una ISO 9001. Ojo,
no digo que tengas que tener la certificación, sino que la organización esté
basada en este protocolo. He visto empresas certificadas caóticas y otras bien
organizadas sin un atisbo del sellito ese que ponen en todas partes. Por eso ya
no me fio. Y es necesario un flujo de trabajo predecible. Podemos hablar de JDF
o cualquier cosa, pero que con tres teclas sepas en todo momento en qué estado se
encuentra el pedido, en que máquina, si hay papel, etc. Y algo muy importante
es contar con repetibilidad colorimétrica. Y eso se consigue con formación en
Gestión de Color y equipos de control de color en línea en la producción. Un
CIP3 ayuda mucho. Depende que máquina se puede instalar desde cero. Aquí ya
hablamos de inversiones más fuertes, un mínimo de 25.000-30.000 €. Pero hay que
hacerlas, claro, queda fatal mandar dos trabajos iguales a un cliente con un
intervalo de tiempo determinado y con diferencias notables en el color.
Es mi opinión. Con una tienda online, el nivel de exigencia
de organización dentro del taller se vuelve más duro. Por eso todo el mundo no
tiene una tienda online, es evidente. Aparte de que a muchos gerentes este
pequeño esbozo que he escrito aquí les suena a ciencia ficción. Y si no lo
haces así, será un lastre más en cuenta de resultados. No te incluyo el coste
del marketing, porque eso ya es para darle de comer aparte... Bueno, que si te
sale bien, has dado en el clavo, pero la panacea no es. Al principio no entran
ni las moscas, pero si eres persistente...
Un saludo.
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