Una de las razones por la cual el diseño web se debería de enseñar en las escuelas de artes gráficas es porque, básicamente, un soporte en papel y una página web hacen lo mismo: transmitir información de la mejor manera posible.
Claro está que hay un mundo de complejidades detrás de cada sistema, "analógico" o "digital", pero lo que es la distribución de información es muy similar. Trabajamos con normas que vienen de antiguo, porque el sistema de retículas es una técnica que se empezó a generar en la vieja Grecia y se pulió en el Renacimiento, con los grandes pintores y arquitectos italianos. La sección áurea, la regla de los tercios...
Las retícula, por supuesto, son una forma más, digamos que "normalizada" de distribuir los componentes visuales de forma lógica y justificada, son un apoyo muy valioso del diseñador que le facilita el trabajo de composición, pero ante todo es una herramienta invisible que ayuda a los usuarios o lectores; una retícula que justifica el trabajo del diseñador pero que confunde y dificulta la comprensión de una página cualquiera no sirve de nada. Es la diferencia entre un diseño "bueno" y uno "excelente" y, sorprendetemente, no se usan todo lo que debiera por parte de los profesionales del sector.
Dejo dos vídeos interesantes sobre retículas.
Un saludo.
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