El Offset en España

Siempre he considerado que España, las naciones latinas en general, e incluyo latinoamérica, nunca supieron vender sus logros de la misma forma que los países anglosajones. Esto en particular puede servir para el proceso de introducción de la nueva tecnología de impresión conocida como litografía en la península ibérica.

El señor Aloys Senefelder, impresor de Munich,  inventó el offset, litografía, en 1796 y, sorprendentemente, España en plena época de ilustración  borbónica apostó por la nueva tecnología muy rápido, en 1801 ya manda técnicos a París para interesarse por el tema, en concreto el pintor José de Madrazo,y en 1806 el Real Gabinete de Historia Natural firma el primer contrato con el hermano de Aloys para instalar un taller en España.  Carlos Gimbernat es el encargado de aprender el oficio en Munich. Goya, ya en una edad muy avanzada, pronto se interesó por el nuevo sistema y se implicó personalmente en el desarrollo de la litografía, que pronto se consideró muy interesante en el medio militar para la realización de mapas topográficos, muy al estilo de la nueva disciplina del ejército revolucionario francés. Más tarde, debido a las restricciones del absolutismo se exilia en Burdeos, donde perfecciona su técnica litográfica y nos deja su obra cumbre con la técnica, los Toros de Burdeos.  Así que por ahí, fuimos punteros una vez, pero con ese caracter español que tanto nos marca, dos pasitos alante y uno atrás.

Lamentablemente, la involución a través de Fernando VII, trajó consigo un retraso de la implantación de la litografía, pues, centralizó todo en el Real Establecimiento Litográfico, con exclusividad en la reproducción de todos los trabajos de la administración real y el otorgamiento de licencias de apertura a empresas de nueva creación. Esto generó una ralentización de la proliferación de la nueva tecnología, ya que mientras en Inglaterra, Alemania y Francia se extendía rápidamente, en España abrir nuevos negocios pasaba a través de la inefectiva  rueda burocrática real. Hay que añadir la escasez de piedra caliza adecuada y los altos precios de esta materia prima en España.