Finalmente, tras estudiar muchos modelos y características, yo también adquirí un lector electrónico, un eReader. En este caso es un Hanlin V3, en España Papyre, pero eso no es relevante. Todas las pantallas eInk son idénticas, a excepción de la cantidad de niveles de gris. Tras mes y medio de uso, creo que ya tengo una idea exacta de lo que representan este tipo de aparatos en el mundo actual y, simplemente, se puede considerar una revolución para el mundo editorial y el de la imprenta.
Antes estaba seguro. La imprenta tradicional evolucionaría, evoluciona, ahora mismo hacia un completo marasmo, donde su función, reducida en volumen, se convertiría en un simple apoyo al soporte digital: las grandes tiradas desaparecen, el suculento pastel de los libros escolares se esfuma en el humo de los contenidos digitales expuestos en ordenadores portátiles y pizarras electrónicas y el mundo de la publicidad cada vez inyecta menos dinero en el soporte físico de papel. Hasta el intocable mundo del periódico de tirada diaria agoniza. Es sorprendente. En muy pocos años. La crisis se ha convertido en un catalizador.
El libro electrónico viene a rematar otro subgenero dentro de las artes gráficas: la edición y la editorial. Es cierto que los modelos actuales aún parecen modelos a pulir, como aquellos viejos teléfonos móviles de primera generación más parecidos a un ladrillo que a un iPhone actual. Con los eReader pasará lo mismo, la evolución natural situará en poco tiempo en el mercado modelos mucho más avanzados, con pantalla a color y más funciones, aunque la base será la misma.
La lectura, pasado el shock inicial en el que piensas que la pantalla es pequeña o que no te acostumbrarás, es excelente. No cansa la vista y es muy parecida al papel. La eInk con Vizplex genera letras muy claras, que me recuerdan a los libros antiguos creados con tipografía o linotipia. No cansa la vista y no tiene retroiluminación, por lo que es necesario luz externa para leer, como el papel normal.
Luego existen muchas ayudas como búsquedas, marca-páginas, cambiar tipografías y tamaño de letras; una ayuda extra para las personas con problemas visuales. Lo único que falta es que las grandes editoriales den el salto a la edición digital y se dediquen a volcar sus libros al formato digital y a hacer negocio. En USA ya nos llevan adelanto y, claro, no sirve sacar una edición física a 29 € y la digital al mismo precio, porque eso sería tomarnos el pelo y solo serviría para que las redes P2P, ya muy activas debido a la falta de contenidos "legales" con derechos de autor, se convirtiesen en las librerías del futuro. Un efecto colateral es que las editoriales "puentearían" a las imprentas y a las librerías, vendiendo directamente su producto sin intermediarios. Eso es algo que generará problemas económicos en estos colectivos, que deberán reconvertirse o directamente desaparecer.
Luego, los lectores electrónicos están creando un nuevo marco de formatos y archivos digitales de edición de contenidos a los que la imprenta tradicional, que en el futuro estará obligada a dar un servicio mixto físico-digital de edición, deberá de integrar en sus workflow. Los archivos FB2, el ePUB, el MOBI deben de empezar a sonarnos, porque creo que su avance será imparable. Adobe, siempre en vanguardia, ya distribuye un software gratuito, Digital Editions, compatible con archivos PDF/A y ePub. El PDF no es el archivo ideal para los eReader debido a su "rigidez" que en cambio lo hace tan bueno para transmitir datos en la imprenta.
La Imprenta se enfrenta a un nuevo reto de más trascendencia que el paso del papiro al papel o, más recientemente, de la tipografía al offset. Es un reto que apunta directamente a la línea de flotación del negocio. No será inmediato, por supuesto, pero tampoco lejano. Yo calculo diez o doce años para que la distribución y venta de contenidos digitales amenace ya seriamente al producto actual en papel. Será necesario que la imprenta ofrezca un servicio integral al cliente, generando elementos tanto digitales, en web o en papel. Hoy en día Adobe InDesing ya está preparado para crear eBook. El iPad (cuaya pantalla no tiene nada que ver con la eInk) nos dará una señal de por dónde van los tiros, aunque le auguro un fracaso comercial a corto plazo debido a múltiples factores que ahora no viene a cuento detallar.
Saludos.
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