Cuando se diseña un trabajo, hay que ser creativo, pero también práctico. Ya hemos escrito sobre aprovechar al máximo el tamaño estándar del papel que usa una imprenta y ahora de saber cómo se trabaja el color. Las imprentas trabajan en separación de colores: Cyan, Amarillo (allo), Magenta y Negro. Con estos tres colores primarios más el negro, mediante el tramado, se consigue una amplia gama de colores que, básicamente, responden a un defecto de nuestra visión que tiende a mezclar las diferentes longitudes de onda del color que percibe. Una evolución de este sistema sería la Hexacromía, con seis tintas.
Por ello, las máquinas de una imprenta trabajan normalmente en cuatricromía, con cuatro cuerpos de impresión. El producto final lo podemos ver todos en cualquier revista que compremos en el kiosko, es bastante aceptable. No obstante, en ocasiones, es necesario imprimir un color con una fidelidad absoluta. Es el caso de colores corporativos o de cualquier logotipo. Hoy en día los colores son una parte más de la identidad empresarial, como el rojo de Vodafone o el Grupo Santander, el azul de BBVA, el naranja de Orange, etc. En estos casos, se pide imprimir en un color plano, un "pantone". La tinta se mezcla con medidas precisas o se compra a la fábrica. Si se trata de un impreso comercial, un folleto o un díptico, se imprime el quinto color, o el sexto, o los que hagan falta, en otra pasada por máquina. A veces, se dispone de un quinto cuerpo de máquina que facilita las cosas. Esto es una breve explicación del sistema de trabajo con el color en una imprenta. La impresión digital añade más opciones ya que el sistema que usa es algo diferente.
¿Para qué sirve? Para pensar si es necesario introducir un quinto color en uno de nuestros impresos. Hace tiempo esto era común, pero los sistemas de gestión de color han avanzado mucho y es posible acercarse bastante a un color determinado mediante tramado convencional. Además, Pantone® edita guías de color con una representación de un color plano impreso en cuatricromía, Color Bridge, y se aproxima bastante. Con uno de estas guías y el consejo del maquetador de la imprenta o nosotros mismos, introduciendo los parámetros en el programa de diseño, es algo bien sencillo. Por supuesto, hay que conocer bien el sistema de trabajo de una imprenta concreta porque pueden estar especializados en impresión de quinto y sexto color y/o barnizado o impresión digital inkjet, en cuyo caso hay pedir presupuesto de las dos formas, aunque por lo general, ocupar una máquina de cuatro colores sale bastante más barato que una con seis cuerpos, por lo menos es la experiencia que yo tengo.
Otro apartado, vuelvo a repetir, es la impresión digital de pequeña tirada. El sistema es diferente y no influye para nada la inclusión de colores planos, pero es tan amplia la variedad de máquinas digitales y los sistemas de transferencia, que habría que pedir información a la imprenta de las características de sus equipos. Hay por tóner, con transferencia por caucho, con tintas líquidas, etc...
En resumen, la inclusión de un quinto o sexto color puede encarecer el producto final bastante, pudiendo alcanzar metas similares mediante el uso de herramientas ya contrastadas e imprimiendo finalmente en cuatricromía. La decisión es de cada uno, pero es bueno saber cómo funcionan las cosas y luego decidir por uno mismo.
Un saludo.
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