domingo, 13 de julio de 2014

Guía de Comunicación Gráfica

Una guía de indispensable lectura para situar a la Imprenta en la nueva Era del Conocimiento. La considero de lectura indispensable.

Falsa modernidad y crisis, Futuro de la Imprenta III

«Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» 
Joseph Goebbels

Con una falsa decisión de modernidad, un pretexto, dejaron de emitir facturas en papel y las situaron como servicio opcional, en muchos casos con un alto coste de expedición, en torno a los 1,21€ por factura. ¿Qué sucedió? Pues, que 13 millones de españoles sin acceso a internet o aún disponiendo de éste no contaban con los conocimientos adecuados, vieron vetados sus derechos de información.


La nueva Ley de protección a los consumidores ha solucionado esto: Las facturas se emitirán sólo en papel, a no ser que el consumidor dé su consentimiento para recibirla en formato electrónico, y serán gratuitas. Y solo tras años de presión de la UE, que obligaba a realizar esto mismo desde 2011 a través de una directiva.

No creo que el papel esté situado en un segundo plano. Más bien creo que es la distribución digital de contenidos el que recorre la travesía del desierto, pronto pinchará la burbuja que se ha creado a su alrededor.

Y vamos a dejarnos de modernismos. Si un comercial viene a realizarte una visita y no trae ni una triste tarjeta, es que no es serio, mucho menos si empieza a mandarte "guasap" o "e-mail". Lo que tiene que hacer es entregarte una tarjeta y un catálogo con sus productos, o por lo menos un triste tríptico. De lo contrario sus correos, junto con muchos otros, habrá que condenarlos al spam. Ya no me vale que me meta el iPad por los ojos, lo tengo muy visto.

Yo realizo muchos cursos y estoy harto de que los apuntes se entreguen em   PDF y no exista soporte  en papel. Odio leer PDF de 470 páginas. Y no me considero anticuado. Tengo tableta de 10', portátil, eReader de 6' y sobremesa. Pero la retroiluminación me fastidia la vista si la lectura se alarga mucho tiempo y en seis pulgadas los textos técnicos se ven de pena en eInk debido al tamaño, menos si es PDF, con fallos críticos en el reflujo de datos si comparamos con formatos como ePub o FB2. Y como yo debe de pensar medio EE.UU. Porque según los últimos datos la venta de revistas digitales se está desplomando a través de Google Play y la App Store. El coste de enriquecer estos formatos dispara el precio final de los contenidos y los compradores no están dispuestos a pagar precios altos por distribuciones digitales. En algunos casos, los datos de ingresos por la edición  digital están por debajo del 1% de la edición en papel.

En realidad, imprimimos más volumen que en los años noventa. La crisis de las artes gráficas viene por el exceso de maquinaría de última generación instalada y la atomización del sector, por lo menos en España. Hoy en día, una máquina moderna hace los mismo que tres o cuatro de las más antiguas, con ajuste a "llave" y entintado manual. Estamos entrando en la Era Robótica y el incierto  futuro del desempleo tecnológico.

El problema es que llevamos viviendo en crisis más de seis años y creemos que la demanda del mercado responde a parámetros normales, y no es así. Es una etapa de transición hacia un nuevo modelo. La economía española está gripada y la imprenta es la primera que sufre esto. Lo que pasa es que está depresión, seamos claros, está durando un huevo. Cuando la economía se recupere, mucho trabajo volverá a los talleres. ¿Tarde para muchos? Sí. Con las empresas agotadas económicamente, también. ¿Con posibilidad de realizar inversiones?, lo dudo, por lo menos a medio plazo.

Puedo aceptar que los libros en papel y los periódicos están ya con un pie el otro mundo, pero mucha culpa la tiene un formato obsoleto que no se ha renovado en décadas. A pesar de todo, el libro físico sobrevivirá muchos años todavía, con tiradas más limitadas, conviviendo con la edición digital.

Por lo tanto, el que deja deja de comprar revistas en el kiosko es porque no está dispuesto a asumir el gasto que esto supone, no porque se la compre en versión digital. Ya han pasado cinco años y ya lo sabemos. Ya tenemos datos y sabemos lo que está pasando. Con esto no quiero decir que no haya que invertir en nuevas tecnologías de distribución, sino que hay que hacerlo con cabeza y conociendo sus límites y hoy por hoy, entendiéndolas como un complemento al soporte impreso. "Publishers Begin to Abandon Apple Newsstand" según afirma  Michael Kozlowski en su artículo (en inglés), lo que viene a ser que los editores comienzan a abandonar la App Store.

Otra cosa, repito, son los libros y los periódicos, esos productos van aparte y su destino no es nada halagüeño, aunque muy lejos de las catástrofes que nos auguraban hace cinco años, eso también es cierto.

Por supuesto, como siempre me gusta añadir, es mi opinión. Un saludo.