En el reciclaje de papel se usan varios procesos con el objetivo de recuperar el papel ya utilizado para volver a transformarlo en nuevos productos. Existen tres fuentes de papel que pueden utilizarse como materia prima para el reciclado: triturado, restos de papel sin usar y papel usado. El papel triturado, del color blanco original, son la típica pérdida de la fabricación en la misma fábrica, y se reciclan de forma especial y bastante sencilla en una fábrica de papel. El papel sin usar es material que ya ha pasado por la fábrica de
papel y que han sido rechazado por diferentes motivos antes de estar preparados para el
consumo, también mantiene su color blanco original. Los desechos usados son materiales de papel ya usados, con tinta,
que el consumidor tira al contenedor adecuado; cualquier revista, libro, periódico, material de oficina, etc.
Con el reciclaje conseguimos alargar la vida de la pasta de celulosa y conseguimos generar todo un ciclo de
aprovechamiento de las fibras; en este ciclo, la
aportación de fibra virgen a partir de madera es imprescindible para mantener las características
del papel. Esto es debido a que al volver a generar una pulpa de papel a partir de papel usado, las fibras se rompen y la hoja pierde integridad estructural.
En el informe sobre la sostenibilidad del sector papelero elaborado en España por Aspapel, se detalla que se recoge un 71,9% del papel usado y
se reciclan alrededor de 5,1 millones de toneladas de papel, evitando de esta manera la emisión a la atmósfera de 4’1 millones de toneladas de CO2.
Estas cifras sitúan a nuestro país en cabeza de los países que lideran el reciclaje de papel en la Unión Europea.
Generalmente, el destintado del papel usado se realiza mediante un método denominado destintado por flotación. En este proceso, realizado en unas celdas, la tinta oleosa migra del papel a la superficie una vez que se desprende. Esto es así en los papeles impresos mediante offset convencional, que actualmente es la gran mayoría. Todo este conglomerado industrial a creado una asociación: INGEDE (Asociación Internacional de la Industria de Destintado)
El problema surge con la impresión flexográfica con tintas basadas en agua y la impresión digital, sobre todo en los procesos en los que se usa inkjet y tóner líquido, como en la HP Indigo.
HP Indigo tiene un
problema importante y debería ser un tema a valorar al estudiar la
adquisición de este tipo de maquinaria y es el destintado de los impresos,
bastante complejo. Tanto que actualmente se consideran residuos
especiales. Y eso a pesar de que HP ha desviado mucho dinero a la
Digital Printing Deinking Aliance para subsanar esto, pero no han
obtenido soluciones viables y, sobre todo, económicas a medio y largo plazo. Todavía están con
sistemas de destintado muy preliminares que no son comerciales, según
se explica en el PTS Deinking Symposium, celebrado en Munich
recientemente. E incluso así, están dirigidos a impresión convencional
de chorro de tinta, problemática en su destintado, pero en vías de solución a corto plazo. Los sustratos impresos en la Indigo todavía son más complicados de reciclar
debido a las peculiaridades de la electroink. Actualmente, el tope de este material en mezcla con otros residuos "convencionales"no debe de superar el 5% del total, pues, supone un riesgo de contaminar la totalidad de la carga.
La legislación cada vez se va a volver más dura con el tema del
reciclaje, así que es probable que en poco tiempo y si no se soluciona
el tema, muchas imprentas deban de pagar incluso una tasa por impreso
para costear la destrucción posterior del mismo.
La opción actual ante la incertidumbre es clara, no adquirir HP Indigo.
Sobre todo existiendo opciones que, a igualdad de precio, tiene ese tema
más que solventado. Tanto en impresión digital, el tóner se puede
separar fácilmente del papel, como en offset convencional.
Un saludo