domingo, 20 de mayo de 2012

viernes, 18 de mayo de 2012

No hay atajos

No existen los atajos. Si tu sistema de trabajo hace aguas, cámbialo. Arréglalo.  Pero no intentes parchear o salir del paso "otro día más". Perderás horas de tu tiempo, se las harás perder a los demás y finalmente obtendrás un producto mediocre. ¿Cuánto cuesta el tiempo? Creo que es lo único en este mundo, o por lo menos de las pocas cosas, que no tiene precio. Y los hombres de Gris de Momo no lo guardaban, era mentira, se lo fumaban para poder vivir.

La cantidad de horas pérdidas en una imprenta puede no tener límites. Costos ocultos los llaman. Horas no facturables...Tiempo gastado inútilmente cuando con sencillos protocolos de trabajo se puede agilizar todo bastante.
Ha llegado la democracia al diseño. Hace tiempo, es verdad. Cualquiera con un pc/mac en su casa y un programa de diseño instalado puede elaborar una obra gráfica. El problema se genera  cuando desconoce los rudimentos más básicos de trabajo actuales en las artes gráficas. Y el contratiempo es más acuciante cuando es un cliente o incluso una agencia de diseño con graves carencias de formación. Y también añado que esto se agrava porque  las imprentas sufren  problemas de comunicación con sus clientes/proveedores, o simplemente  no llegan a plantearse como crear un marco base de normas para su workflow y no ven el problema, aceptándolo como algo normal. Lo ideal es que se trate con el cliente y se le haga entender que existen formatos muy optimizados para el trabajo en imprenta. Y si no es posible que se suministren en formatos normalizados, se le debería de cobrar un plus por la manipulación de originales.

Me gustaría poner un ejemplo. Nadie va con un trozo de madera de pino, con nudos, a un carpintero y le pide que le haga una mesa de cerezo. Supongo que el carpintero alegaría que con esa materia prima no podría obtener una mesa de cerezo. Pues en muchas imprentas lo aceptan todo, archivos mal hechos que luego dan innumerables problemas.

Los archivos generados desde Office o Publisher no son idóneos para la imprenta comercial. Se debería de rechazar estos formatos por sistema. En general, no se debería de aceptar ningún archivo nativo de cualquier programa porque pueden existir problemas con las versiones, con la tipografía, etc. Y no se suelen tener las últimas versiones de la Creative Suite de Adobe o Corel en la preimpresión. Y menos de la de Publisher. Los PDF generados desde Office dan muchos problemas. Se debería de especificar que el formato estándar de la imprenta es el PDF/X. Si no se suministran de esta forma, se deberían incluir las horas de trabajo en el presupuesto para obtener archivos adecuados. Ya sean PDF/X-1a, PDF/X-3, o los más avanzados, y peligrosos, PDF/X-4 y PDF/X-5.

Otro problema es la Gestión de Color. Si el cliente desconoce lo que es la Gestión de Color, no se  pueden dar charlas didácticas en la imprenta de tres o cuatro horas, café incluido. Aparte que ,generalmente, tampoco sirven de nada porque se piensan que les estás engañando con un galimatías técnico. Un margen de pedagogía es aceptable, pero no reuniones interminables y discusiones porque el color resultante en el impreso no es el buscado. Si el trabajo está "manipulado" fuera de la imprenta, sería una buena opción contar con un Eizo de 24" bien calibrado con un i1Pro y enseñarle una softproof barata con una representación CMYK del trabajo en RGB. Antes de meter en máquina. Arriesgarse a una prueba de contrato de esta forma es posible, pero si queremos amarrar, lo deseable sería una hardproof en papel, certificada con algún tipo de gestión como GMG ProofControl. Si el cliente no es habitual y  se niega a pagar pruebas y no ha realizado una Gestión de Color aceptable, imprimir el trabajo es una auténtica lotería. Te puede salir bien o mal. Sería deseable consultar que tolerancia tiene a desviaciones de color. Aducir posteriormente problemas de calidad en el impreso, habiendo comentado previamente las opciones para comprobar de forma previa como quedaría el trabajo no debería de ser aceptado.

Y, finalmente, si nos encontramos desbordados por muchos trabajos mal realizados, lo ideal sería optimizar nuestro flujo de trabajo con soluciones como Enfocus PitStop Server, que por lo menos nos "meta en vereda" los PDF "rebeldes".

Un saludo.



miércoles, 2 de mayo de 2012

Color II

Una vez comentado cual es el marco de referencia del color en sistemas informáticos, CIE lab, pasamos a explicar el sistema para pasar de un modelo RGB a uno CMY+K. Ya sabemos que CIE lab es un sistema de color que representa la escala de visión humana. Se usa como modelo ya que la tecnología actual no permite reproducir imágenes con este sistema de color en pantallas, ya sean  planas o CRT o cualquier tipo de impreso. No solo eso, sino que partiendo de un modelo absoluto como es CIE lab (la imagen que vemos) cualquier cámara fotográfica automáticamente pasará las imágenes a un modelo RGB, ya sea sRGB o AdobeRGB o cualquier otro RGB, independientemente del tipo de archivo utilizado, JPG, RAW, TIFF... sRGB es un estándar que creó Microsoft y HP en colaboración. Y aunque ha sido aceptado como estándar de facto por muchos consorcios, lo limitado de su amplitud de gama recomienda el uso de AdobeRGB, con más amplitud de color. Es recomendable, no obstante, usar sRGB en cualquier edición destinada a WEB, ya que los navegadores están optimizados para representar este modelo.


RGB se basa en el modelo de color aditivo. La suma de los tres primarios genera blanco. los primarios en este modelo son Verde, Rojo y Azul.  Red, Green, Blue: RGB. Los colores en este sistema se obtienen sumando cada uno de estos primarios, cuya adicción a la mezcla para obtener cualquier color se especifica con un número de 0 a 255. Cualquier persona que diseñe para web entiende perfectamente estas numeraciones, es un sistema reconocido por HTML, aunque eso sí,  traducido a hexadecimal en ese caso. Así, el color blanco sería la suma de todos 255,255,255. En Photoshop también se usa esta escala numerada cuando se busca obtener cualquier color dentro de la gama. CMYK, en cambio, funciona con proporciones. No me alargaré en este aspecto. Como siempre, hay que traducir algo tan complejo como el color a una fórmula matemática para que los sistemas informáticos, que no tienen ojos, entiendan todo esto. La verdad es que visto ahora parece algo sencillo y básico, pero llegar a esto ha costado una pila de años de experimentos y ecuaciones matemáticas.

Modelo CIE lab, con AdobeRGB y sRGB
Generalmente, las imágenes antes de mandar a imprenta se manipulan en el modelo de color con más amplitud posible para evitar pérdidas de color indeseadas. Ya hemos comentado que el modelo RGB más extendido para desarrollo web es el sRGB, pero para la edición editorial y los trabajos que se mandan a imprenta, el estándar es el AdobeRGB debido a que su gama de color, gamut, es más amplia y contiene todo el modelo CMY+K, que sRGB no hace. La conversión final a CMY+K, que es un modelo menos amplio que el RGB, se realizará como último paso antes de generar un archivo PDF/x-1a. En realidad, lo mejor sería mandar a imprenta archivos en RGB, con el formato PDF/X-3, buscando que su Gestión de Color realizase la conversión adecuada a su sistema. Es una forma de trabajar adecuada que minimiza los problemas al mandarles el archivo "original", pero como la Gestión de Color no está generalizada,bueno, lo mejor es preguntar.

¿Y cómo se realiza la conversión de un sistema de color aditivo a otro sustractivo? El modelo CMYK representa tres colores más negro: Cian, Magenta, Amarillo y Negro. La suma de todos genera negro,  a diferencia del RGB, que creaba blanco. Aparte de que este modelo se basa en la absorción de luz, donde el color es la reflexión de luz que incide encima del pigmento. RGB se basa en la emisión de luz por parte del monitor. Por eso es tan importante usar luz normalizada en la visualización de impresos. Cualquier luz con un color dominante falseará el color del original. Lo ideal es un iluminante D50; esto ya está explicado en otros artículos. Bien.  Pasar de un modelo RGB a uno CMY+K es muy complicado. Se basa en complejas fórmulas matemáticas, pero básicamente responde a la  Teoría del Color Inverso o Complementario:

Verde+Azul: Cian
Rojo+Azul: Magenta
Rojo+Verde: Amarillo

Donde el color complementario del Rojo es el Cian, del Verde es el Magenta y del Azul es el Amarillo. Y mediante una ecuación se relaciona cada valor RGB con su complementario CMY, realizando posteriormente una nueva conversión para añadir el color negro ya que los pigmentos de la tinta no son lo puros que debieran y no ofrecen un negro viable durante la impresión.

A pesar de todo, no hay fórmula perfecta para convertir RGB a CMY porque es una operación que reviste una extrema complejidad y siempre hacen falta algoritmos de compensación cromática para obtener imágenes sin desviación de colores. Y esto no ha terminado, porque se continúa investigando sobre mejores sistemas de conversión de un modelo a otro. En realidad, sobre la Gestión de Color y el paso de un modelo RGB a CMY y viceversa, podemos afirmar que estos algoritmos se encuentran en sus comienzos. Lo ideal es buscar la seguridad completa en la conversión.

Y esto solo es posible aplicando una previsualización, (Visor-Fuera de Gama) en Photoshop en la cual nos mostrará los colores de la fotografía en RGB que se escapan de la gama CMYK con un color gris. E intentar "trabajar" sobre la fotografía RGB los colores para que entren en el gamut CMYK. Con esto nos ahorramos muchos sustos en la impresión de nuestros trabajos.
Un saludo.

Fuentes: La Imagen Gráfica Y su Reproducción, Josep Formentí/Sergio Reverte, apuntes sobre Gestión de Color, curso de ITG Tajamar y apuntes curso avanzado Photoshop CS4.